domingo, 27 de mayo de 2018

Vuelve la muerte (de mis dineross...)

Aquí un servidor de uds. comenzó a (y dejó de) jugar a Warhammer hace ya un montón de años, en la época en la que a) tenía mucho tiempo libre y b) no tenía hijos (ni novia/mujer). Y aunque entre algunos de mis amigos era conocido por mi frase de "No tinc diners" (no tengo dinero, en castellano), que es lo que pasa cuando eres el joven del grupo y mientras que el resto ya comienza a trabajar tu estás acabando el instituto y comenzando la universidad, poco más o menos nos las ingeniábamos para tener unas cuantas miniaturas con las que poder jugar. El socorrido PaperHammer hacía el resto.


Por eso, me gustan las miniaturas de esa época. Son simplonas, pero bien apañadas. Y sientes una admiración especial pensando que se esculpían a mano y no con diseño por ordenador y impresión 3D como ahora. Las nuevas "miniaturas" (en algunos casos más juguetes que minis) las encuentro sobrecargadas, absurdamente inestables (mueve eso para ir a jugar a casa de un colega...) y sobretodo irónicamente estáticas. A pesar de diseñarse para simular movimiento, de hecho, parecen una imagen de un videojuego. Pero estática. Para muestra un botón:

Nagash, ya no eres el mismo...
(de La Biblioteca del Gran Nigromante, genial blog)

No me gustan nada, la verdad. Salvando algunas pocas excepciones (los nuevos esqueletos "del montón" son superdetallados sin perder su simplicidad y decrepitud), la inmensa mayoría de figuras no atraen como me atraen las antiguas.

Y luego va un día y te enteras que anuncian la nueva edición del nuevo juego de Warhammer (el viejo mundo murió, cosas de que habían demasiadas marcas que hacian minis alternativas, más baratas... eso condenó el mundo) y sigues el link para ver que nueva atrocidad han perpetuado estos peseteros... y entonces... Aaaayyyy, virgencita, voy y me encuentro con esta maravilla...






Evidentemente, todas las imágenes son del blog de Warhammer Community, propiedad de Games Workshop y bla, bla, bla...

¿Lo habeis sentido también? Es una conmoción... en mi cartera. Bueno, y en mi coherencia también, porque siguen siendo inestables (ese verdugo...), pero muuuuy chulas. Veo que la antigua maldición del "guarjamer" sigue vigente, cuando más básica es la unidad, cuando más pelacañas es el guerrero, más bonita es su mini. A partir de aquí, cuanto más subes en el escalafón, peor.

Y eso no es lo peor... el mismísimo carruaje negro, ha regresado desde... los años 90... XD


Como decía el chiste de Eugenio... Señor, dame paciencia... ¡pero ya!



domingo, 13 de mayo de 2018

Avengers: Infinity War (2018)

Era inevitable que reseñara esta película, o mejor dicho, el último episodio de una serie de películas ambientadas en el universo de los cómics Marvel, la culminación (hasta la fecha) de un trabajo que puede que no te convenza por el tono, pero es alucinante lo coherente y bien conseguido que han sabido construirlo. Muy a despecho de la competencia, DC Cómics, cuya versión cinematográfica avanza a trompicones (podemos pasar de un Batman vs. Superman de vergüenza ajena a una Wonder Woman extraordinaria, de un año a otro y con los mismos actores), sin saber encontrar su estética y su tono.


Si al ver el cartel os sentís un poco abrumados por la cantidad de personajes, es normal, es que la película ya es así, vais a pasar dos horas y media (que se pasan como si fuera un suspiro... en el que no podréis casi ni respirar) viendo una sucesión de escenas de acción a cuál más bestia, casi sin descanso, en las que los héroes se dejan la piel intentando pararle los pies a Thanos y su legión negra, una especie de siniestro culto de adoración al Titán Loco, con el objetivo de que pueda concluir la obra a la que ha dedicado su vida: el equilibrio en el universo. Leeréis por estas webs de Dios a mucho filósofo de taza de retrete reflexionando acerca de si Thanos puede tener un razón o no, lo que me preocupa bastante... Aniquilar a la mitad de la población del universo para evitar la sobreexplotación de recursos y las consiguientes crisis humanitarias es una aberración y que alguien quiera encontrarle su lógica (aunque sea de forma hipotética) es preocupante.

La película se basa en una de las primeras (y más gordas) sagas galácticas de la Marvel, creada por Jim Starlin, en la época en la que los guionistas y escritores de historietas no sólo trataban de exprimir al máximo su cerebro, también eran famosas las reuniones de trabajo en los parques donde se compartían cosas de fumar (no siempre tabaco, dicen...) y pastillas (no siempre aspirinas, dicen...). Starlin, por aquél entonces escribía una serie del Capitán Marvel, un antiguo soldado Kree que acabó en la tierra. En una serie tan cósmica cristalizó todo su talento, sus neuras (Watergate, Vietnam) y sus ensoñaciones de LSD para crear una versión alternativa, puede que más retorcida, a ratos más oscura, de el Cuerto Mundo de DC, una de las creaciones estrella (aunque infravalorada por el lector medio) de Jack Kirby, uno de los creadores junto a Stan Lee de una gran parte del universo Marvel. De la que mola, básicamente.

Allí conocemos a Thanos, miembro de una raza de "dioses" cósmicos, que desde su más tierna infancia se obsesiona con la muerte. Y no solo con el hecho de perder la vida, no. Se enamora de la mismísima Muerte, la personificación de... bueno, de la falta de vida.


La dama en cuestión, poderosísima pero fría como el hielo, no está por la labor. Por lo que Thanos pretende impresionarla... aniquilando a la mitad de la población del universo. De aquí nace la extraña fijación de Thanos en la película. A partir de aquí, veremos como la película versiona el argumento del cómic de forma sutil, utilizando las 18 (si no recuerdo mal) películas del Universo Marvel, cada una a su estilo, que se han encargado de ir presentando las Gemas del Infinito, joyas de inmenso poder que permiten al portador dominar completamente aspectos fundamentales del universo, como el tiempo, el espacio, la mente, etc.

Mientras que en los cómics cada una de estas joyas estaba en poder de seres divinos a los que Thanos tuvo que engañar mediante la astucia o doblegar mediante la fuerza (y las gemas que encontró antes, aquí la logística del orden en que conseguirlas era crucial), en la versión cinematográfica, más simple, estas gemas han ido saliendo como objetos de gran poder en sucesivas películas de la saga, así que era cuestión de que el Titán Loco llegase tarde o temprano. Diez años después de que se confirmara que el bastón de Loki en Avengers era la gema de la mente, la guerra por las joyas llega a su máximo esplendor.


Argumento aparte, la película básicamente es (el inicio, continua de aquí a un año en la parte 2) de la conclusión de la fase 3 de películas del universo Marvel. Y esa es su mayor virtud y su (casi) único defecto. Como no hace falta presentar a los personajes, porque en sus respectivas películas y apariciones de estrella invitada ya los tenemos más que conocidos, podemos permitirnos el lujo de ir de cara a barraca casi desde el minuto 1. Y una vez arranca, la película ya no para, no hay tiempo de casi ni de estructurar las escenas, no es necesario, las batallas son constantes y larguísimas.

Además, aunque el ritmo no decrezca en ningún momento, no puedes dejar de admirar el detalle y el cariño que le han puesto a cada personaje, cada escena y cada plano. El bando del Capitán América, a pasar de ser humanos mejorados, sin grandes poderes, es formidable porque saben funcionar como un equipo, mientras que otros grupos, a priori más poderosos, caen fácilmente. Es maravilloso ver el encaje de bolillos que han creado, Spiderman sigue siendo un friki del cine, a Mapace Cohete sigue fascinándole la tecnología y la ortopedia (...), Loki sigue en su maravillosa ambigüedad y hasta se permite utilizar famosas frases de otras películas que le dijeron a él, esta vez a su beneficio. Gamora, el Dr. Extraño, Pantera Negra, todos, sin dejar casi a ninguno, por poco tiempo que tengan en pantalla, todos ellos enlazan perfectamente con lo que hemos visto de ellos antes. El conjunto encaja con un guante en cada una de las sagas del universo y eso es una obra de ingeniería audiovisual simplemente perfecta, no rechina ni por un instante, a pesar de la velocidad endiablada que se gasta. Evidentemente, le sacaras el máximo de jugo si has visto todas las películas anteriores. Y si esta es la primera que vas a ver... te gustará supongo, pero te perderás la mitad por el camino.

¿Los pocos defectos? Algunos de los chascarrillos humorísticos podrían ser un poco menos simplones (esa coña de los nombres de los personajes y los helados, por ejemplo, o el ataque de tontería infantil de StarLord y sus compañeros frente a Thor), pero como ya he dicho varias veces, al ritmo de la película pasan volando y casi ni te acuerdas después. Otro, que algunos personajes que funcionan bien en sus respectivas sagas, me da la impresión al verlos juntos, que se parecen demasiado. Por ejemplo, el Dr. Extraño y Iron Man. Uno con magia y el otro con tecnología, pero ambos son yuppies arrepentidos, con medios casi extraños para el resto y que parecen saber utilizarlos de maneras casi ilimitadas. Muchas películas de superhéroes ya, por muchas variaciones que tengan los personajes, a veces te das cuenta de que no son tan diferentes.

A destacar: la historia entre la Visión y la Bruja Escarlata, aquí desarrollando lo que se iniciaba en... Civil War (si no recuerdo mal). La escena de la aparición de el grupo del Capitán América. Wakanda, ese maravilloso país que parece que aun no habíamos dejado desde la exitosa Black Panther. Peter Dingklage, sin esperarle y por sorpresa, pero en un buen personaje.

Lo peor para mí, que siguiendo con lo establecido en su saga particular, Thor sigue siendo un héroe de comedia de TV (concretamente, de las de el fin de semana al mediodía) en vez del épico héroe de la mitología escandinava que era en el cómic y siempre debió ser... Ay, amigo, quien te ha visto y quien te ve...

Resumiendo, a pasar de sus pocos defectos, un peliculón de acción superheróica que tardaremos tiempo en ver igualado, probablemente nunca superado. Y no hablo solo de la recaudación de vértigo que ha conseguido (rozando los 1.500 millones de dólares, a estas alturas) en un tiempo récord, ni de la cantidad de superhéroes en pantalla por segundo, sino por la sensación de que un trabajo planificado, estudiado, desarrollado con tiempo y método pueda explotar en pantalla en dos horas y media de adrenalina concentrada. Nuff said!

sábado, 5 de mayo de 2018

Supongo que esto hay que traducirlo...

De los creadores de los famosos modificador de nosequé y esto no lo entiendo pero ocupa cuatro líneas, que aparecieron en el manual de GURPS de la Factoría de Ideas de 1995...


...llega ahora a nuestras mesas de juego el fulminante este Easy to Build supongo que debería traducirse, de la caja de una de las nuevas bandas de Shadespire, de Games Workshop. Hombre, pues casi que sí...


Y aunque sea una cantada seria del traductor, parte de razón voy a tener que darle, entre otras cosas porque si la editorial no solo permite sino que exige un chirriante spanglish en sus productos para evitar perder el control férreo que mantienen sobre los copyrights, pues es normal que al pobre hombre le asalten las dudas, y cuando pasa eso tarde o temprano te lías (aunque no tendría que haberlo dejado por escrito)... ¿porqué Shadespire si, pero Sombraaguja no? ¿porqué ahora se usa chaos en vez de caos? ¿porqué la banda de no-muertos se llama Guardia Sepulcral (y no Sepulchral Guard) y en cambio los orcos (perdón ahora se llaman Urruks) son Chicoz de Ironskull en vez de Chicoz de Cráneohierro o Craneoférreo?

La foto del manual de rol (un clásico) está sacada de la roleropedia (aquí) donde salen otras traducciones descojonantes, como el arco-X (crossbow) o las hormigas guisantes (peasants). 

Qué hartón de reír, oiga... Y eso que servidor ya se encontró un buen montón de ejemplos a lo largo de su carrera friki, como los Vacío-Uno (Empty one) del Diablo 2... 

martes, 1 de mayo de 2018

Sant Jordi 2018

Llego tarde a esta entrada, pero es que se me ha complicado mucho el fin de mes. Además acabamos de llegar todos de unos días de puente y a mi es que eso de escribir textos largos con el móvil, como que no, mis dedazos estilo morcilla no casan bien con las miniteclas de la pantalla táctil. Ay, pequeño (pero pesadísimo) Nokia 3210, como te echo de menos...

En fin, a lo que iba, pues que otro año ha pasado y volvemos a llegar a otro Sant Jordi, una no-festividad (aunque si día muy señalado en Cataluña) a la que le tengo especial afecto. Y también un poco de rabia, porque cuando no cae en fin de semana y por los motivos que sea no me he cogido vacaciones puedo salir a pasear cuando lo hace todo el mundo, lo que crea colapsos importantes. Y no sólo de tráfico, sino también a pié, en las proximidades de las librerías y floristerías más importantes de la ciudad, así como ramblas y avenidas neurálgicas. Y yo este año las pillé todas, así que acabé un poco hasta las pelotas. Pero oye, sigue siento bonito, aunque no puedas darte cuenta a veces. El año que viene me pido vacaciones y a vivir.

Este año me han regalado estos dos, a David y Goliath, por el tamaño:


Vamos por partes:

El Gordaco. 512 páginas encuadernadas con aleación de plomo y acero. Todo un grimorio lleno de personajes para aburrir (es un decir, pero para cualquiera que no sea yo, literal) de personajes de la mitología de los Masters del Universo, ya sean de cómics, series de animación, la película de la Cannon, cintas de audio con historias narradas, etc. Una más de las muchas guías que van saliendo últimamente y que a un servidor le va a ir especialmente bien para cierto proyecto que tengo entre manos con mi colega de armas Aquatar. Que yo sepa, después de este solo me queda otro, de tiras cómicas (San Jordi 2019?) y ya cierro la colección, a la espera de unos conocidos que han resucitado el antiguo Club Masters del Universo y que van a editar el que promete ser el libraco definitivo de la franquicia más poderosa y olvidada de Mattel. Evidentemente estoy en la cola para comprarlo desde que dijeron "¿Oye, y si...?"

El libro histórico, que no falte. Este año he saltado de la segunda guerra mundial (no, aun no he podido comenzar con el del año pasado...) hasta el siglo noveno para encontrarnos con los combates más encarnizados entre Vikingos y Anglo-Sajones. Un libro pequeño (apenas 80 páginas) pero que rebosa información, fotografías sacadas de museos, mapas y dibujos de la equipación, las formaciones, los estandartes y todo lo que deba saberse que las batallas que les enfrentaron, con la calidad que una editorial como Osprey se preocupa de dar a sus productos históricos. Nada que ver con la controvertida (eh, que eso tampoco es malo, solo... tronchante) serie de TV El Guerrero más Letal (de próxima reseña en este blog) que pretende hacer algo parecido, solo que pasado por el filtro de TV basura (basura de comida basura, no de lo de dentro del cubo de la idem, que se parece, pero no es lo mismo).


BONUS BOOK!
Bueno, aunque no ha sido para mí, si no para mi hijo mediano, el caso es que por temática me toca lo suficiente para que se haya ganado el sitio en este post. Y total, ya que él va loco por que le deje mis libros, por una vez que me deje el unos suyo no va a pasar nada, ¿no?

Mi señor padre, que por lo visto se debió liar un poco a la hora de comprarles un cuento a mis calabacillos, le acabó regalando este a mi hijo de cuatro años. Muy propio no es, la verdad, pero la verdad es que él estalló en alegría al verlo. De pocas páginas (80) aunque con muy buen tamaño de ellas, es una guía visual del Episodio VIII (que él aun no ha visto). Aun así, tiene suficientes fotos de naves, personajes, armas y planetas como para volver loco a un fan. Debo reconocer que llama la atención, aunque para mi todo lo que esté fuera de los episodios IV-VI me deja un poco resignado. Aun así, me gustan algunos diseños y es curioso ver lo detallada que puede ser una de estas guías. Hasta salen las zapatillas del Líden Supremo Snoke. Sí, en serio. Algo que a duras penas podía verse el la película, un detalle ínfimo, las zapatillas (de andar por casa, no de deporte) que lleva en los pies. Salen. Sí, de verdad.