sábado, 24 de marzo de 2018

Tabletops improvisados...

Hacía días que no jugábamos a nada con las calabacillas, la verdad. Así que cuando el otro día la Sra. Lantern propuso hacer alguna partida a un juego de miniaturas con los chicos no pude resistirme.

Todo nació el mismo dia, mientras preparábamos la comida. Esperando que lo que había en el horno se acabase de hacer me puse a mirar el teléfono, donde encontré una foto de un playset de plástico de Games Workshop muy chulo, el Warscryer Citadel, que alguien había montado de una manera muy conseguida. Otra persona habría mirado fotos de tías en bolas o de coches, pero yo no, yo miro cosas de estas. Y cuando lo vio, la Sra. Lantern recordó que habíamos propuesto de montar alguna mesa de juego para Mordheim (sí, ese juego del que tengo un artículo "haciéndose" desde hace más de un año, ese mismo) para jugar con los peques. Y me propuso jugar esa misma tarde. Después de comer ella montaría el tablero de juego con los peques mientras yo aprovechaba para estudiar y por la tarde jugaríamos todos.

Una buena idea la verdad, sólo falló por dos nimiedades. Una, que con el escándalo que montaron no conseguía meterme con el análisis de Jane Eyre. La otra, que cada cuarto de hora tenía a mi Sra. esposa en mi cuarto a buscar algo. ¿Hola, tienes algo de cartón? Sí, aquí, toma. ¿Hola, y cola blanca? Sí, toma cola blanca. ¿Y grava o piedras? Sí, las dos, toma. Perdona que te moleste otra vez, ¿te queda arena? Sí, sí, aquí, toma la arenaaaaa.. Total, que al final cuando me llamaron no había conseguido estudiar nada y subí con una actitud poco lúdica. Pero el entusiasmo con el que los peques estaban esperando no permitía cambio de planes, así que me resigné, pillé un puñado de miniaturas, unos dados, un lápiz y una libreta y me dispuse a inventarme así sobre la marcha un tabletop de miniaturas. A ver, que salía de todo eso...


Lo primero que me encontré fue con el terreno de juego en la mesa. Un bosque, separado de una misteriosa torre sin puertas ni ventanas por un río multicolor (ahí hay magia, pero fijo). Lo de la torre se dieron cuenta al final, cuando ya estaba hecha y me recordó mucho al relato El Corazón de Piedra de no recuerdo qué autor, que salía en el muy denostado (y tampoco tan tan malo) libro Homenaje a Tolkien. Así pues, ya tenía escogidos a los enemigos.


Aquí, los héroes. Como cogí miniaturas casi al azar (voy a tener que organizarlas), salió lo que salió. Luego les día a escoger a cada jugaror entre un hombre o mujer, y que hiciera magia o fuese guerrero: un caballero vampiro interpretado por mi hijo mediano (que sorpresa, él, un guerrero...) y mi hija mayor una hechicera elfa. La Sra. Lantern escogió una monja, Hermana de Sigmar.


El malo, al que el Rey de el reino en cuestión decidió que había que sacar del castillo por las malas. Cosas del banco y la hipoteca, supongo. Lo que pasa es que el brujo goblin no estaba dispuesto a largarse por las buenas...


Mientras el guerrero casi falla la tirada de saltar al otro lado del río (si es mágico, seguro que es mejor no meterse dentro) pero es auxiliado por su hermana. Justo a tiempo como los goblins comienzan a salir de la torre (¿por donde?) con muy malas intenciones...


Y siguen saliendo...


La hechicera lanza unas cuantas bolas de fuego (en mi casa, no vale decir que se tira un hechizo si no gesticulas e imitas el ruido del mismo, eso es tan importante como tiras los dados)  mientras el guerrero vampiro se enzarza en un cuerpo a cuerpo contra los primeros goblins (y si te despistas, él también te demuestra cómo es un mandoble con sus espadas de espuma semi-rígida justo en el medio de tu cada... la mitad que impacta es la mitad que duele...)


Mientras tanto, la monja del mangual (que había ido a buscar un puente, dejando a sus hijos a merced de los goblins, muy bonito...) se encuentra con que al brujo goblin no le gusta como está yendo el combate y decide intentar mantenerla separada de sus retoños, con lo que convoca unas cuantas arañas venenosas para que la ataquen. La hechicera elfa, que perdona a su madre el amago de abandono, sale a su rescate matando a una de las arañas antes de que lleguen a su objetivo.


Por otro lado, el guerrero vampiro no tiene problemas en seguir repartiendo espadazos a diestro y siniestro a la multitud de goblins que salen (¿pero por donde?) de la torre. Lo que tiene este chico con los dados, es como para plantearse el llevarlo al casino...


El jefe goblin, ya con un cabreo de narices de ver las tiradas que le salen al vampiro, decide invocar a más bestias, en este caso a un par de lobos salvajes.


La cosa se pone fea, fea...



... o eso podría parecer. Los hermanos suertudos comienzan a tirar críticos a lo loco y acaban con un enemigo tras otro casi sin problemas. Que su madre casi no tenga que preocuparse por las arañas, le permite tirar algún hechizo de curación. Aun así, para darle dramatismo al combate final, es mordida por una araña venenosa.


Soltando espumarajos por la boca de rabia, el brujo goblin juega su última baza, invoca a una armadura encantada del fondo del lago, que se encara a la hechicera, mientras el vampiro despacha a los últimos goblins.


Pero como si nada, un par de tiradas y muerto, sin demasiados problemas. Así pues los héroes se acercan a la torre, ahora extrañamente silenciosa.


Al final, la hechera se teleporta a la torre (total, ¿porqué bolas de fuego sí y teleportación no? Además, se hacía tarde...) donde descubre que el brujo malvado ha huído. Han cumplido su misión y reciben una buena recompensa en oro de parte del Rey.


Y con la partida hecha, recogimos y a cenar, que ya era hora.

Impresiones:
1) Aunque el tablero de juego no resistiría el análisis de un jugador "profesional" para estar hecho en tres horas con dos niños menores de 6 años, pues les quedó muy resultón, la verdad.
2) Las miniaturas, sin pintar pierden mucho. A ver si consigo ponerme a pintar de una vez.
3) Menudas tiradas que sacan estos dos enanos...
4) Jane Eyre  acabó muriéndose de la risa, otro día pillaré la mochila y me iré a la biblioteca.



viernes, 23 de marzo de 2018

Electric Boogaloo, la loca historia de Cannon Films

El otro día andaba echandole un ojo al último artículo de un blog amigo (que aprovecho para recomendaros encarecidamente si os va el metal trallero y el cine de acción) en el que Victor analizaba una película tan extraña y a la vez tan mítica como Cobra, de Silvester Stallone, cuando salió el nombre de la co-productora, la Cannon.

Ay, la Cannon... Puede que así a simple vista este nombre os suene pero no sepáis de qué, pero puedo garantizaros que si tenéis más de 30 años, habéis disfrutado/sufrido sus películas con frecuencia. Que levante la mano quien recuerde sagas como Desaparecido en Combate de Chuck Norris, las películas de sexploitation y ultraviolencia de un Charles Bronson ya algo crepuscular, o títulos míticos como Superman IV, El Guerrero Americano (¡Michael Dudikoff!) o Masters del Universo con Dolph Lundgren. Lo veis, ya lo decía yo...

Pues escribiendo un comentario me acordé del título de un reportaje que se estaba preparando sobre la compañía y del que me olvidé durante bastante tiempo. Al recordarlo, fui a buscar por Youtube, a ver si tenía suerte y podía encontrar un trailer cachondo o algún corte del mismo. 

Y va y lo encuento entero. Toma ya.

Así que sea como sea, aprovechad para verlo. Os vais a reír un montón, es increíble la que montaron un par de enfermos patológicos de cine popular a su llegada a Hollywood...

viernes, 9 de marzo de 2018

We will rock you... fast!

No suelo escribir mucho sobre música, no porque no sea consumidor habitual, sino porque es algo que me acompaña tan frecuentemente que es como el comer o el respirar. Siempre la he tenido ahí.

Escucho mucha música en el trabajo, de todo tipo. También en el coche, yendo de aquí a allá bien por trabajo o a nivel familiar (los peques ya se conocen unos cuantos buenos grupos, por suerte se aficionaron rápido a "mi música" y no tuve que sufrir músicas infantiles...). Incluso en casa suelo tener música de fondo, cuando estoy con las faenas domésticas. Siempre está ahí.

Como me gusta casi todo a nivel de música  escucho de todo, desde metal (mi género favorito) hasta música clásica, pasando por todo tipo de géneros (porque yo no considero música el reguetón, no se qué será, pero música no). Tengo grupos favoritos de jazz, de rap, de punk, hasta cosillas muy seleccionadas de pop, aunque ahí si que me tengo que mover con cuidado, no sea que me infecte...

Por eso, y al igual que en muchas otras de mis aficiones, me encanta que me sorprendan. Evidentemente como no soy una de esas personas que come, bebe, respira y piensa música, a todas horas y en toda situación, no conozco todo lo que hay y tampoco me considero un experto. Desgraciadamente me gustan demasiadas cosas diferentes como para que pueda profundizar demasiado en cualquiera de ellas. Bueno, ya habéis visto mi blog ¿no?, ya sabéis a qué me refiero. De ahí, que aunque cuesta que me sorprendan, de vez en cuando es una pequeña maravilla.


Y por eso, cuando ayer volvía de dejar a mi madre en casa, y escuchando la radio me encuentro con esta versión del We Will Rock You de Queen me quedé muerto. Y nada menos que en Rock FM (¿habeis oído alguna vez la frase "te repites más que Rock FM"? se está volviendo muy popular...). Me sorprendió mucho porque no la conocía, y eso que aunque no he escuchado todo lo que Queen grabó, pues si que llevo unos cuantos discos a mis espaldas.

Es un grupo que me encanta, como una vez los definió mi amigo Víctor, fiel lector de este blog "son creadores de himnos" y creo que la clavó. Esta versión no sólo me gusta por ser de quien es, sino que además es muy rockera, en el sentido más clásico del género y como añadido ayuda a dejar descansar un poco la versión normal, que si bien no es como el We are the Champions que por culpa del futbol y demás deportes acabaremos por cansarnos de ella, también se oye con cierta frecuencia.

Y si, los grandes clásicos no cansan nunca. Pero... escuchas esta y piensas, pues suena muy bien...

Señoras y señores, la fast version del We Will Rock You de Queen, desde el Live in Tokyo de 1979 (con Freddy Mercury que parece Robb Halford de Judas Priest... algún día recordadme que haga un post sobre el origen del "uniforme" de los heviatas... flipareis). Sirva este post para ayudar a que esta gran versión no se pierda, aplastada por el peso de su hermana mayor. ¡Corred la voz! ¡La fast version os necesita!





We Will Rock You 
(autor: Brian May)

Buddy you're a boy make a big noise
Playin' in the street gonna be a big man some day
You got mud on yo' face
You big disgrace
Kickin' your can all over the place
Singin'

We will we will rock you
We will we will rock you

Buddy you're a young man hard man
Shouting in the street gonna take on the world some day
You got blood on yo' face
You big disgrace
Wavin' your banner all over the place

We will we will rock you
Sing it
We will we will rock you

Buddy you're an old man poor man
Pleadin' with your eyes gonna make
You some peace some day
You got mud on your face
Big disgrace
Somebody betta put you back into your place

We will we will rock you
Sing it
We will we will rock you
Everybody
We will we will rock you
We will we will rock you
Alright


Letra de We Will Rock You © Sony/ATV Music Publishing LLC

miércoles, 7 de marzo de 2018

La Résistance!

Bueno, bueno, bueno... pues aquí estamos otra vez. Y para variar un poco, quisiera no centrarme en algún tema relacionado con el frikerio, sino en una reflexión (que las tengo, aunque no abunden): los spoilers.



La definición del verbo inglés to spoil es estropear el valor de algo, echarlo a perder. Si bien en castellano podría usarse el algo más tradicional verbo "destripar", el uso del anglicismo ha calado bien hondo. Es una palabra muy utilizada y que difícilmente se podrá ya eliminar del registro coloquial, especialmente del de los seguidores de series. Aunque siga afectando a los cinéfilos o los lectores compulsivos.

Sin ir más lejos, hoy una compañera de trabajo que ha soltado a bocajarro el final de la tercera temporada de Narcos, porque no sabía si la última que había visto era la segunda o la tercera, con lo que exclama: "La que yo digo es la que al final XXXXX a los del XXXXXX de XXXX". Cojonudo. Menos mal que Narcos la miro un poco por obligación, ya que estoy empezando a estar tan cansado de mafiosos como de zombies, que ya es decir, que si no la envío a tomar por donde la espalda pierde su santo nombre...

Y en el fondo, tampoco es que sea nada tan raro. Los aficionados a lo que sea que se pueda seguir, series, libros, sagas de películas, cómics, lo que sea, ha empezado a adoptar la extraña necesidad de seguir su afición al ritmo más rápido posible. Por el motivo que sea, parece que funciona, pues todos los que se llenan la boca de spoilers por aquí y spoilers por allá, se dedican a escribir por internet con los spoilers, en los podcast, hasta en periódicos, programas de radio. Como he dicho antes, suele ser muy habitual en series, así que más te vale aislarte del mundo la semana que emiten el último episodio si es que no quieres que te lo destripen, por si no lo puedes ver. Y cuanto más popular es la serie, peor. La tontería generalizada que se ha tenido que aguantar con Juego de Tronos, por ejemplo, ha sido para mear y no echar gota. Porque encima resulta que te están intentando rajar de una saga de la que hace AÑOS que ya te has leído los libros. Y como en mi caso, que los tengo firmados por el autor.


Veo que no soy el único que piensa igual...

Para acabar de llenar el mundo de seres odiosos, Netflix cualga sus series de golpe, temporada a temporada, con lo que los típicos yonkies del "yo-he-sido-el-primero" ya tienen munición para disparar en todas direcciones.

Así que los que somos como yo, que nos gusta disfrutar de lo bueno poco a poco, desgraciadamente tenemos que intentar aislarnos de opiniones y artículos (y conversaciones casuales, a veces) si no queremos que nos jod## la sorpresa. Aunque no lo parezca por este post, normalmente me da un poco igual, la verdad. Excepto cuando encuentro una de esas series/libro/lo que sea excepcional, que me tiene enganchadísimo. Ahí si que puedo tener reacciones violentas. Metaforicamente hablando. O no.

La propia editorial que los publica en castellano, poniendo en la portada de Danza de Dragones una bonita ilustración de una de las escenas clave del libro. Como dicen por aquí "Et felicito fill"...

Es por eso que me reafirmo en mi idea de que no voy a poner spoilers en este blog, por lo menos de forma consciente. Aunque la nueva de Star Wars al final la vea todo el mundo por obra y gracia del gran hipnosapo a la hora de la reseña no voy a detallar nada. Me es igual. Aunque internet esté llena de opiniones desvelando todo. Paso. Aquí no. Si es lo que queréis, podéis ir a otra web a leer los spoilers y volvéis, no os digo que no lo hagáis. Pero aquí no lo voy a hacer, aunque ya no tengan ni ese mínimo respeto en ninguna otra parte. Aquí iré a contracorriente. Bienvenidos a... la Résistance!


Aunque nadie sea capaz de creerselo, esta película tiene una banda sonora cojonuda.

Así que ala, ya me he desahogado un poco. Pesados, que no hace falta estar todo el santo día hablando de spoilers si eres de los que después los dejas caer como si nada.

Y respecto a mi compañera, ya me vengaré. Aun no se cómo, pero me las pagará... aunque Narcos me la traiga un poco floja. Esta se la devolveré. Palabrita del niño Cthulhu.