El segundo (de tres) post de este especial Halloween se centra en la última gamberrada de un servidor. Sin mala intención, pero la verdad es que casi dejo traumatizados a los niños (y sobrina, por si no podia traumatizar a los suficientes, de normal).
La idea era que ya que estamos confinados y con cierre perimetral, poder hacer alguna cosa divertida en casa en vez de ir a hacer el payaso por Halloween algo por ahí. Otros años (en contra de mi criterio) la familia se han ido a ciertas comunidades vecinas por lo visto muy pro-americanas, en el peor sentido de la expresión a hacer eso del "Truco o trato" a cambio de caramelos y tal. Pero este año, digamos que como eso de hacer el payaso en casa pues como que es más aceptable (porque no te ve nadie, resumiendo) me pareció algo mejor. Pero claro, ¿que vas a hacer en casa? Y ahí salió mi intelecto perverso: una gruta del terror.
Recordad que tengo tres crios, de 3 a 9 años, a los que acompañaba mi sobrina de 4. Ideaza...
Pues eso, intenté ser un poco coherente conmigo mismo y maximizar lo que se podía hacer el casa gastando lo mínimo. Quería hacer una actividad divertida para los peques, no enzarzarme en un concurso de a ver quien se deja más pasta haciendo el capullo (muy americano también).
Me lo pensé mucho... pero no, disparaba el presupuesto. Esperaré a otro año, a ver si consigo hielo seco, que será casi igual de efectivo y menos caro. |
Así que después de visitar una par de tiendas, y un paquete de compra online después (y unos 20-25 € menos entre todo) me puse a organizar el nuevo trauma de los peques.
Decoré la casa con telas de araña falsas, pegatinas con caras de monstruo (de broma) para espejos y cristales, llené la casa de globos naranjas y negros, y puse alguna trampa preparada, como una máscara florescente (cargada previamente) colgando del espejo del baño, la típica araña peluda que te cae en la cara colgando de un hilo al abrir una puerta, muchas cosas con marcas de sangre, etc. Vamos, los clásicos de putear a la gente para ambientar...
Pero reconozco que lo siguiente sí que me dejó satisfecho. Preparé un puzzle con un pequeño "mapa del tesoro" con indicaciones de dónde encontrarme. ¿Dónde encontrarme? Pues sí, porque antes de que llegaran de una pequeña excursión a un bosquecito (de mi municipio), envié dos audios a la Sra. Lántern. Uno con mi voz, en la que me motraba preocupado porque creía que unos "monstruos de Halloween" me estaban siguiendo... audio que terminaba con mi grito al ser capturado. El siguiente, modificado con la aplicación "Voice Changer with Effects" sonaba como si un zombie haciendo gárgaras enviase el mensaje, daba las instrucciones. Me tenian retenido. O me encontraban antes de una hora o se me llevarian (al infierno al que van los padres que traumatizan a los hijos, me imagino). Podían usar las linternas de casa, pero no encender las luces. Y claro, había sobrecitos con dos piezas del puzzle de marras en casi cada rincón de la casa...
El (cutre) puzzle al completo. 36 piezas en 18 sobres. |
Hasta ahí todo bien. La parte que se me escapó de las manos fue que como en el primer confinamiento ya jugamos con los niños al escondite dentro de casa hasta la saciedad ya se sabian cada rincón de la misma, así que tuve que emplearme a fondo. A fondo del canapé de la cama, concretamente. Allí aparte de circular poco aire y tener que abrir de vez en cuando para respirar, no se oía bien lo que pasaba fuera. Y claro, la segunda parte de la "atracción" se descontroló un poco.
El caso es que había dejado preparado y bien escondido, un altavoz Blutooth enlazado con mi teléfono. Y en mi teléfono un par de aplicaciones de "soundboard" de sonidos de típicos de Halloween. Supongo que ya veis por donde fueron los tiros. Yo iba poniendo algún efecto de vez en cuando: cadenas, aullidos, truenos, risa maligna, etc, pensando en que ambientaría la actividad. El caso es que funcionó muy bien. Incluso demasiado. Pero yo no lo podía oir bien desde mi escondrijo de mal padre.
La Sra. Lantern pronto puso cartas en el asunto para evitar que la cosa fuese a peor. Encendió las luces para que pudieran buscar los sobres en un entorno menos agresivo y dió un aviso en voz alta al imbécil de su marido (no con esas palabras, por suerte) para que bajase en ritmo. Por suerte, eso sí que lo pude oir bien. De forma que a partir de ese punto evité los sonidos más terroríficos de las aplicaciones e incluso, para suavizar un poco, puse alguna canción como la clásica BSO de los Cazafantasmas o la intro de la serie clásica de Scooby Doo.
Funcionó bien y no dejé psicologicamente tocados a mis hijos y sobrina. Completaron el puzzle y todos nos reimos mucho cuando me encontraron. A partir de ahí, les enseñé como lo habia hecho todo y se lo pasaron teta jugando con las aplicaciones de sonido. El resto de la tarde, preparando una cena "de miedo" para completar la jornada.
Todo muy divertido y entretenido, pero habrá que ir teniendo algún plan B para futuras ocasiones. Por si acaso me vuelvo a animar demasiado.
Feliz Halloween. Mañana, un poco de historia.
Suerte que soy anónimo y no me puedes asustar. Vaya juerga digna de verse. Suerte que dentro de poco sacarás el vídeo de cómo fue todo, incluyendo el formato VIP del Como Se Hizo. Porque si no, ya te veo repitiéndolo todo cuando se pueda quedar, para que lo veamos con nuestros propios ojos de olivas negras.
ResponderEliminarY si no, ya te alquilaremos para que nos prepares algo para Fin de Año.
Siiii Mcgyxavier al poder... Demasiado curso de tecnologia en malas o perversas manos.. Yo tb quiero jugar.... Daria mi brazo izquierdo zombificado para verlo. Me recuerda a cierto scape room de cierto pueblo de cierto aniversario
ResponderEliminarHermana Lantern da fe de ello. Acojonaba bastante 😂, demasiado para los niños, pero fue muy guay y muy currado! 🧡
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