sábado, 30 de enero de 2021

Matadero cinco, de Kurt Vonnegut

El tiempo va pasando y yo sigo sin actualizar el blog tan a menudo como quisiera. Eso es algo que tengo intención de cambiar pero que de momento parece que se me resiste. Tengo a medias un par de artículos pendientes que creo que serán chulos, pero de momento toca hablar del último libro que he leído: Matadero cinco.

 

Éste es un libro raro, de esos que vuelves a leer las primeras páginas después de haberlo acabado. Porque cuando te pilla con el pié cambiado (y así es, si es que no te han destripado el argumento) el inicio es muy extraño, tiene poco que ver (o eso parece) con el transcurso de la historia.

Todo el argumento gira alrededor del trístemente famoso bombardeo de Dresde en la segunda guerra mundial, por parte de la RAF británica. Pero, sin entrar en detalles demasiado específicos, el argumento gira alrededor de las consecuencias que tuvo para los soldados más jóvenes que llegaron al conflicto prácticamente cuando ya éste finalizaba.

Eso es lo que te venden en la introducción al libro, el primer capítulo, por así decirlo. De ahí, a la sorpresa y el momento de maravillarte de haber descubierto por casualidad esta joya.

Si no lo habeis leído, os lo recomiendo.



viernes, 1 de enero de 2021

Año nuevo, vida... eh... bueno, pues eso. Feliz año 2021.

Bueno, pues aunque este año no os haya deseado unas felices fiestas, espero que las hayáis podido pasar, aún dentro de las circunstancias actuales, sin poder reunirnos con los seres queridos, con la distancia social, restricciones, etc. Todo para evitar que pueda descontrolarse más la pandemia del coronavirus (más de lo que la han provocado los inútiles de turno, y no hablo del gobierno, sino de los anormales de la mascarilla en la barbilla por la calle y...)

Calma, Jack, calma... respira.

Bueno, ya me entendeis. Y ya puestos, espero que podamos tener todos un buen 2021, que desde luego, no será muy difícil que sea menos malo que el 2020, la verdad. Ya no me atrevo a decir mejor, pero no tan malo, eso sí. Esperemos.

Escatológica, pero me identifico con el mensaje

La verdad es que a nivel personal ha sido un año muy complicado para mí, por muchos temas diferentes. Algunos personales, otros públicos como lo que ya he mencionado antes y que nos han afectado a todos de maneras diferentes. El tema laboral también se me ha puesto un poco cuesta arriba, y aunque creo que he podido salvar los muebles bastante bien dentro de lo que cabe, ha sido complicado. Y todo ello al mismo tiempo ha sido difícil, la verdad.

He estado bastante tiempo con la moral algo baja y no me apetecía mucho escribir en el blog, la verdad sea dicha. He seguido con mis aficiones y mis frikadas, pero (ahí va la otra novedad) algo que en principio parece una chorrada como "perder" mi sancta sanctorum, mi habitación de las frikadas, para que los chicos pudiesen tener habitaciones propias ha sido otro puntito difícil. He tenido que vender, regalar e incluso tirar muchas cosas que tenía acumuladas allí. La mayoría no han supuesto un sacrificio, sino un balón de oxígeno para ganar espacio, pero sobretodo ha sido el hecho de dejar de tener "mi" espacio.

Será algo temporal, en unos años ganaré una zona para mi (para la familia, pero ya me entendéis, en el fondo será mía, sólo mía, mi tesssoooroooo...) y volverá más grande y mejor. Pero en un momento en el que más pocho estaba, perder ese escondrijo de sosiego fue un chasco. Más incluso de lo que yo me esperaba, sinceramente.

Pero todo eso ya ha quedado en el pasado y hay que mirar hacia delante. Creo que hay motivos de sobra para animarse y sentirse esperanzados, a pesar de todo lo malo que hayamos tenido, siempre hay que mejorar ese ánimo y verle el lado positivo a las cosas. Por lo menos, se ha acabado el 2020. Que no es poco.

Feliz año nuevo a todos.