domingo, 12 de abril de 2020

DLC día 30: Todo cambia.

Bueno, pues 30 dias después he acabado saliendo de casa y dejando el confinamiento. Por un buen motivo, he tenido que venir a casa de mis padres a ayudar con mi padre convaleciente.

Ni yo soy amigo de publicar mi vida privada ni este es lugar para ello, así que no entraré en ese tema. Pero si es cierto que esta circunstancia cambiará lo que publique en el blog.

Porque aunque no esté en casa seguiré publicando. Para mi mis aficiones (mis frikadas, coloquialmente, aunque muchas no lo sean) siempre han sido como un bálsamo. No importa lo mal que haya podido estar, el estrés, los agobios, las preocupaciones... todo mejoraba un poco aunque solo fuese por abrir una caja de un juego de mesa, releer un libro especial o ordenar mis pinturas. Lo que para otro seria meditar, hacer ejercicio o rezar, para mi era esto. Y así seguiré, porque me funciona.

Así que todo cambia. Es curioso, recuerdo poco de las asignaturas de filosofia de mi época de instituto. Pero recuerdo a Heráclito de Roda y su "todo es permanente, excepto el cambio". Y así es, todo cambia. 

viernes, 10 de abril de 2020

DLC día 29: Colonos de Catán

Sí, lo se, poca cosa a remarcar si vuelvo a sacar ese juego. Pero necesitaba algo con un poco más de "chicha" que los juegos infantiles a los que se están acostumbrando los peques. 

Que no es que tenga nada malo (para ellos) porque todos comenzamos así, pero ir introduciendo juegos ya algo más serios tampoco está de más. Hay tiempo para todo, dicen.


A destacar, la buena memoria de los chicos mayores, ambos recordaban detalles concretos del juego, a pesar de que hace por lo menos cinco o seis meses que no lo jugaban. Aun así, el chico (disfrazado de Batman para la ocasión, ver foto inferior) recordaba el coste de las cartas de desarrollo, su principal motivación para el juego. Y la mayor, ya vió rápido desde el primer momento dónde era un lugar apropiado para situar sus poblados. El pequeño jugaba mientras con plastelina a nuestro lado.

Ya puestos, hacemos construcciones

No se me había ocurrido nunca... pero quedan bien

La partida se ha tenido que cancelar cuando el peque tenía hambre y comenzaba a mostrar síntomas de "borrachera de cansancio". Si tenéis hijos, sabreis a lo que me refiero. 

Pero gracias a un 2x1 de ovejas, estaba encaminado a ganar la partida. Palabrita de niño Medeiros...

DLC día 28: Customizando ogros para Mordheim.

Bueno, sigo escribiendo con un dia de retraso, pero hoy vuelvo a ponerme al día (así doy tiempo de dormirme en los laureles para mañana, jejeje)

Ayer me quedó poco tiempo para estar tranquilo con mis frikadas. Un poco de WoW, lo justo para farmear un poquito y poner alguna cosa a la venta en la subasta del juego. Poca cosa, porque no todos los días podría (ni querría) pasarme demasiado rato.

Lo que si vale la pena comentar es una modificación de una figura que tenía de hace tiempo, un proxie para el ogro mercenario de Mordheim.


Esta de arriba es la figura original del guardaespaldas ogro del juego. A día de hoy, difícil de encontrar, por lo menos original y en un estado aceptable. Otro día hablaremos de las opciones de dudosa moral para conseguir miniaturas. ¿Qué? A estas alturas ya sabemos todos que se venden compias recasteadas, ¿no? Habrá quién las dará por buenas y quién no, pero ahí están, para bien o para mal.

Otra opción es la de los proxies, como bien expliqué hace (lo que parece ya) un millón de años aquí. Pues bien, resulta que hace unos cuantos años, me dió por rebuscar opciones y me encontré con esta maravilla:


Gudrun, the Wanderer. O el errante, que lo llamaríamos por aquí. La miniatura es de un juego llamado Hordes que nunca me ha atraído lo más mínimo por lo extraño de su estética, pero que, mira por donde, esta miniatura me encantó desde el primer momento. Lo único que no me convenció era ese glaive que tiene por arma era muy largo y fino. Aparte del hecho que no me cuadraba con el arma de la figura original (lo que no debería haber sido un gran problema) el que fuese de mástil tan fino y de metal implicaría que estaría continuamente doblado. O roto. Así que rebusqué un poco más y me encontré por eBay con un hacha. Marcada como ítem de la Adepticon.


Por aquel entonces no sabía que la Adepticon era una convención de wargames y juegos de miniaturas. Donde se mueven también complementos para algunos juegos. De ahí saqué yo el hacha.

Y ayer, entre tenazas, cutters de modelismo y algo de pegamento instantáneo... consumé el engendro...



Os presento a mi ogro con hacha chunguisima. Pese a ser un poco manazas haciendo estas cosas, debo decir que da bastante el pego. Y definitivamente puede ser un guardaespaldas de los más imponente para moverse por una ciudad maldita.

De los restos que ha dejado el Glaive, pues mira, me he apañado una espadica rara la mar de chula... A ver qué hago con ella, igual para un expositor de armas, rollo HeroQuest.



Pronto, el pintado.

Buenas noches, y recordad, lavaros las manos.



jueves, 9 de abril de 2020

DLC dia 27: ¡La jornada familiar superfriki!

Este día habrá que señalarlo en los libros de... quiero decir en este humilde blog como una fecha señalada a festejar. Ayer hicimos saltar todos los límites del frikómetro de casa. Vereis, vereis...

Primero de todo, por la mañana trabajamos todos, los chicos con sus deberes (ayudados por la Sra. Lantern) y un servidor organizando cosas para el instituto. Hasta ahí, lo normal.

Después de comer los peques pidieron ver un rato la tele y como habían trabajado bien por la mañana (y también porque los padres necesitamos/merecemos un rato de descanso de la jauría infantil, dicho sea con todo el cariño del mundo) pues aceptamos. Y me saqué de la manga, es decir, del Disney+ en este caso una película que recordaba haber visto a su edad y que me gustó mucho, Un Gato del F.B.I. (That Darn Cat), nada más y nada menos que de 1965.


Cuando yo la ví, con 6 o 7 años, me reí mucho con ella, pero debo decir que de eso ya hace muuucho. Ahora, cuando la puse y vi el aspecto que tiene, me temí que no llegaríamos lejos con ella. Pero no, la vieron y se lo pasaron muy bien, salvando las escenas en la que los secuestradores amenazan a la pobre dama en apuros. Aparte de eso, es una comedia de enredos con un gato nada dócil como eje del argumento, disparatado, como en las comedias infantiles de la época. Aunque se nota que no se trataba a los niños como ahora.

Acabada la película, tocaba cambio de actividad, nada de pantallas. Así que hubo un cisma. Cuando yo propuse sacar unos juegos de mesa la Sra. Lantern y la calabacilla decicieron que preferían irse a hacer galletas. El calabacillo mayor aulló de emoción y dijo que sí, que sí, que juegos de mesa, faltaría más. El tercer calabacillo, dormía como un bendito en el sofá.

Así que saqué dos juegos, los dos por estrenar, aunque no igual de nuevos, precisamente.


Superhéroes de FaberJuegos, debe ser el juego más antiguo que tengo. Y no era mio, lo compré por eBay pensando que sería otra cosa, no me preguntéis porqué. El caso es que el peque quería un juego de superhéroes...





Simple como el mecanismo de un botijo, me dejó un poco decepcionado porque esperaba un mínimo de... no se, de algo. Supongo que cuando salió el juego (igual debe ser incluso más antiguo que el Imperio Cobra) cumplía para el público infantil, y el caso es que a mi hijo le encantó y se lo pasó en grande con él, pero para el sector adulto, es un horror sin sentido. Solo con decir que de las tres competiciones (?) que hay que hacer, la primera hagas lo que hagas con las tiradas de dados siempre acabas obteniendo de resultado en mismo número de fichas (???). A partir de ahí, pues ir luchando contra otros superhéroes, comparando nivel de fuerza + superhéroe invitado contra tirada de dado y nivel de fuerza. Lo mejor, las ilustraciones clásicas y ese aspecto ochentero añejo. Lo peor, todo lo demás. Y que me tocará repetir, fijo.

Después, ya tocó algo más nuevo. No mucho más difícil, pero sí con mucha más chicha: Drako.



La base argumental del juego es sencilla. Tres enanos han conseguido atrapar a un dragón en un valle y quieren cazarlo. Evidentemente el dragón es muy suyo y se niega a darse por vencido. Los enanos tienen una habilidad cada uno, disparar con ballesta, furia berserker o lanzar una red. Y un numero de puntos de vida cada uno. El dragón por su parte, puede moverse, morder (ataque básico), escupir fuego en línea recta (pillando a todo el que está en ella) y volar a cualquier punto de tablero. Pero, una vez agotados los puntos de vida de su "armadura" de escamas, los enanos elegirán donde atacar, con lo que pueden anular estas habilidades. 

Ganan los enanos si matan al dragón y gana el dragón si los mata o si a los enanos se les acaba su mazo de cartas. Un juego simpático, un gato y ratón temático con buenas opciones, muy sencillo para jugar con peques ideal y entre adultos interesante si quieres jugarlo en modo competitividad salvaje. 

Por cierto, en la primera partida ganó el dragón porque se le agotaron las cartas al único enano que logró sobrevivir. Pero no creo que sea un buen ejemplo, porque el calabacillo, ilusionado por el dragón, quiso no atacarle en algún turno.

Y justo cuando acabamos, llegan las cocineras del reino con... ¡ataque friki stealth! los pastelillos de limón preferidos de Sansa, el personaje de Juego de Tronos. Y no, no me lo invento, porque la receta está sacada del recetario oficial de la saga. ¡Toma ya!


Al parecer la autoras del libro, ambas cocineras, se presentaron ante el bueno de George R. R. Martin en una firma de libros con una cesta de comida que improvisaron a partir de las descripciones de los libros. Y claro, George encantado, con lo que pronto el libro se hizo realidad. Y es una de esas cosas por las que las ofertas flash de amazon están muy bien si las pillas a tiempo...

Estaban de muerte. Incluso más, la masa, antes de cocinarla.





DLC día 26: Experimentando en gris

(Vuelvo a llegar tarde, menos mal que me voy apuntando las cosas...)

Poco, muy poco de el día 26. Tan solo montar minis y imprimar minis. Eso sí, con una novedad al respecto.

Recuerdo cuando comencé con la afición del... ¿miniaturismo? ¿modelismo? hace ya una burrada de años (¡décadas!), cuando no sabía lo que era imprimar. Entonces abrías tu maqueta, separabas las piezas y a pintar. Así, a lo bruto. Luego, llegó el amigo Yacon con un una flamante caja de Warhammer 5ª edición, con lo que nos acabamos liando todos, conseguimos nuestros libros de ejército y ahí recomendaban imprimar, es decir, darle a la miniatura una capa de pintura en spray, muy fina, para facilitar que la pintura posterior, ya definitiva, se agarrase mejor. Y me compré mi primer bote de pintura. Blanca.

Aun conservo el spray, no se bien porqué

Al cabo de un tiempo llegó la pintura negra, que no me gustó nada. No me dejaba ver los detalles de la miniatura y luego quedaba muy oscura. En cambio, a algunos amigos y colegas de batalla les encantaba e imprimaban en negro hasta a la hechicera elfa, blanca blanquísima, con su vestido níveo. En cambio yo solo la he usado para miniaturas con mucha armadura que se adivinase poco o nada brillante. Es decir, no muertos y caos, depende de la figura.

Pero oh maravillas, hace unos días, justo cuando comenzaba a hablar en los DLC de imprimar miniaturas, se me acabó la imprimación blanca y, aprovechando un pedido indispensable (de verdad), añadí un bote de imprimación. Gris. Toda una novedad para mí, pero que me ha dejado encantado. Le da un color un poco oscuro, pero que conserva los detalles a la vista. Y, me imagino, no dará problemas con los todos. De momento, encantado.


Lo se, he descubierto la sopa de ajo... pero oye, que no se nace enseñado.


martes, 7 de abril de 2020

DLC día 25: Más WoW y algo de minis

Ayer seguí con el horror cósmico lovecraftiano que es poner en orden mi habitación. No os podéis imaginar lo que está saliendo de ahí. En serio. Sabes que tienes un problema cuando salen cosas que ni recordabas que tenías. Pero joder, ojalá todos los problemas que tenga en mi vida sean como ese.

Así pues, del poco tiempo libre que me deja la familia y el trabajo (que, ahora ya comenzada la semana santa, es sobretodo contestar correos electrónicos y actualizar hojas de seguimiento de los alumnos), la habitación se lleva la mayoría. Aunque siempre hay un poco de tiempo al final del día para más frikadas. Para eso estoy yo, no os preocupeis...  XD


Aquí arriba un dibujo muy chulo de lo que es mi nuevo personaje del WoW, ahora que con los reencontrados amigos woweros de hace años nos hemos puesto a hacer algo diferente, como una hermandad horda. Mi personaje es un troll cazador.

De lo que más recuerdo haber disfrutado cuando jugué más activamente al juego (sin hijos, por aquel entonces, y con un trabajo de los de "llega la hora y me olvido hasta mañana a las 8") es del tema de las monturas. Realmente me "metía" dentro del juego el poder recorrer caminos a caballo, espesos bosques llenos de ruinas élficas montado en un tigre o tupidas junglas en un raptor. Por no hablar d la sensación de libertad de volar. Los dragones del juego, enormes, con un batir de alas lento y armonioso, conseguían hacerme sentir calmado.

Justo al revés que la sensación que me dejó en su momento jugar al Quake (estilo de juego radicalmente diferente), que me ponía frenético y además conseguía que se me subiese el estómago hasta el cuello al ver al personaje caer en altura. En serio, tenía síntomas físicos de lo que pasaba en la pantalla. No se si eso es algo malo por lo que me deberían ingresar, pero para mí es señal de que el juego está bien hecho.

Ala, ya he soltado el rollo patatero.

Aparte de eso, ayer hubo "el momentazo" de descubrir que el último pack de dos tubos de pegamento instantaneo (no-superglue) no era precisamente cianocrilato, sino que en el pack de dos había un pegamento y un limpiador... Ya decía yo que no era normal que tardase tantísimo en secarse... ya no sé ni leer. Ahí está el primer síntoma que hay que irse a dormir urgentemente.


Aquí la figura del desastre, el caballo esqueleto del tumulario montado...
Esta será. Pobre caballo, sin músculo y aguantando tanto peso
(miniatura pintada por Awaken)



lunes, 6 de abril de 2020

DLC día 24: Más miniaturas... por montar. Y pintar.


Otro día poco productivo en temas lúdicos gracias a la reorganización de la habitación. Y la cosa tiene pinta de ser largo. Y doloroso...


Del hueco entre dos muebles (con poco espacio hay que aprovechar todo lo que se pueda) han salido dos Start Collecting de Warhammer... y había olvidado que los tenía. Mi pila de miniaturas para montar y pintar acaba de crecer bastante.

Alguien tiene un nuevo dragón zombie... uuuuhhhh...

Los mejores guerreros del caos que he visto nunca. Por eso no
puedo resistirme a estas mierdas... 

Pues eso. Que ya me puede durar el confinamiento dos o tres años más, o no podré tener nunca pintado todo lo que tengo pendiente. 




DLC día 23: poco, poco...

De nuevo se me acumula la faena. No hay manera.

Pero en este caso, tengo una excusa (casi) válida. Aprovechando que no puedo moverme de casa, estoy ordenando mi leonera. Mi Sancta Sactorum. O sea, la habitación de las frikadas.

Esto va a ser una tarea bastante... dura. Muchas frikadas y poco tiempo, así que tengo cajas por todas partes, pilas de libros y apuntes. Y demasiados cajones llenos de cosas que podrían venderse/tirarse/regalarse/quemarse en hoguera ritual. Así que durante muchos días (porque una vez comience, no podré parar) el tiempo lúdico se reducirá aún más.

Aún así, he tenido tiempo para montar unos caballos fantasma de estos de los de Age of Sigmar. Glavewraith Stalkers se llaman. Pero caballos fantasma nos sirve, de momento.


Evidentemente no son los míos. Pero algún día pintaré así. Algún día...

viernes, 3 de abril de 2020

DLC día 22: Hoy me pongo al día, y de qué manera...

Porque con este, el tercer post seguido que escribo, ya hablo de hoy, y consigo ponerme al día con mi propuesta de hacer un post lúdico por cada día de confinamiento. Y hoy lo tengo fácil...

Damas y caballeros, por si no lo conocéis, os presento los cortos de Astartes. Éste es un proyecto ajeno a Games Workshop en el que un fan y animador profesional está haciendo cortos de pocos minutos en mi humilde opinión (y la de muchísimos miles de fans) mucho mejores que lo que hace la propia compañía actualmente. 

Tratan de marines especiales, en el transfondo de Warhammer 40.000 son guerreros superhumanos, alterados genética y quirúrgicamente para ser mucho mejores que humanos normales, prácticamente semidioses en el sentido más mitológico de la expresión, encargados de llevar la cruzada del emperador por toda la galaxia y tal. Que pereza me da hablar de ellos, la verdad... Yo, que soy más del caos que del fascistoide ese...


Bueno, solo para poneros en antecedentes. Pues hoy mismo ha salido el quinto de esos cortos. Todos ellos cojonudos, realmente parecen trabajos profesionales, la verdad. Os dejo enlazado mi preferido (el cuarto) y links a los otros cuatro, para que los podáis gozar como diablillas de Slanesh...


Ahí va. En serio, pillad unas palomitas, es una pasada...


Enlaces a parte 1, parte 2, parte 3 y parte 5.

Aparte de esto, y aprovechando que hoy es viernes y mañana puedo levantarme más tarde porque no me toca trabajar (aunque sea telemáticamente me toca trabajar, sí, aunque mis hijos no se lo crean del todo), me he puesto una película que tenía ganas de ver: Verónica.


Terror made in Paco Plaza (uno de los directores de la gran REC), narra las vicisitudes de una adolescente en los años 90, agobiada por motivos sobrados con su vida, que consigue que vaya a peor gracias a jugar con una ouija durante un eclipse solar.

Terror psicológico, sencillo pero efectivo, gran interpretación de los actores, especialmente los niños. Buena película, aunque eso de que basada en un caso real, el supuesto único caso sobrenatural reconocido por la policía española... bueno, investigando un poco por la red salen cosas (dichas por los propios hermanos de la chica en cuestión) que le quitan toda la verosimilitud al asunto. Mucho 4º milenio por aquí... 

Pero eh, la película me ha gustado. La recomiendo. 

DLC día 21: sumando 2 y 2...

Y no hablo de las matemáticas necesariamente. Resulta que hay una foto de la partida tuneada al Imperio Cobra que no publiqué. Y no lo hice porque me la guardaba para ponerla en especial en un post... que tendría que haber ido antes de la partida claro, porque no viajo en el tiempo (aun). Pero como ya dije que pondría una cosa muy chula, pues lo añado al post de hoy y me quedo tan ancho.

Resulta que he hecho una pequeña conversión warhammera con unos hombres lagarto de plástico antiguos que tenía por ahí, para hacerlos lanceros...
¿Molan o no molan?
El tema es que, en nuestra breve época de jugar a Warhammer una buena opción para armar a los saurios de mi ejército de hombres lagarto era ponerles lanzas. No eran excesivamente caras y ganabas una segunda fila de ataques. Teniendo en cuenta que los saurios eran unidades bastante buenas (eran resistentes, pegaban fuerte, armadura natural de escamas y sangre fría) una segunda fila atacando era una pasada. La ventaja tenía su contrapunto, porque el segundo ataque (de mordisco) no se podía hacer desde detrás, así que las lanzas daban un ataque de dos filas y un segundo ataque de una. Aun así nada mal. Recordad que la unidad cutrilla del ejército eran los eslizones.

Que tampoco era como para ignorarlos... pero no eran saurios
(de Wiki Warhammer)

Vale. Pues resulta que las figuras baratas y fáciles de encontrar eran los saurios de plástico, con armas de mano y escudos. Mientras que los lanceros eran de metal. Y horribles. Supongo que se vendieron tan poco (por horribles) que los volverían a fundir y por eso ahora (casi 20 años más tarde) apenas se ven por eBay y cuando se ven están a precio de sangre de unicornio. Por miniaturas feas, recordad. Y mira que me sabe mal decirlo, porque estaban esculpidas por Alan Perry, que hace maravillas. Pero mientras que las de plástico le quedaron chulísimas con ese aspecto de cocodrilo cachas cabreado porque le han obligado a ponerse en pié, los de metal no son tan detallados. Podéis verlos todos aquí.

Resumiendo. Me sobraban saurios de plástico, porque cuando compras lotes grandes y baratos suelen venir mucha tropa básica incompleta. Por otro lado tenía un montón de piezas sueltas de Warhammer, restos de matrices que le sobrarían a alguien... pero de muchas matrices diferentes, de varios ejércitos diferentes, que compré hace años por dos duros (literalmente, costó más del doble el envío que las piezas). Así que teniendo lanzas por un lado y cuerpor por otro... ¡chas!. 2 y 2 son 4.

Curioso, en su primera versión los saurios tenían 5 dedos en la mano, en la
segunda sólo 4. Mis lanceros tienen una mano de cada...

Incluso tengo piezas para un portaestandarte y un músico... que veremos cómo
lo hago porque el tambor apenas cabe donde debería ir. Incluso cabezas de las
nuevas tengo para poner... benditos bits.

Así que dos más dos igual a cuatro.Como siempre decía Aníbal, me encanta cuando los planes salen bien...





DLC día 20: Más imperio cobra...

Ayer nos pasó una circunstancia extraña, que luego describiré, que hizo que ayer no pudiese actualizar el diario de confinamiento, así que hoy me toca ponerme al día...

Anteayer los peques quisieron volver al Imperio Cobra, sí, otra vez. Por lo visto el juego tiene algo muy atrayente para los peques, ya sea en los años 80 o en la década de los 20...


Sólo que, esta vez para hacerlo un poco diferente a la partida anterior, la añadí miniaturas...

La primera miniatura pintada por mi hijo de 6 años (izquierda) y por mi hija
de 8 (derecha). La del centro, pintada por mí, porque el calabacillo pequeño
aun no tiene edad de pintar minis.

El guerrero alto elfo contra el gigante Polifemo

A punto de encontrarse

Y qué os pensáis, ¿que se acabará aquí el Imperio Cobra? Vais a ver la caña que le daremos...

miércoles, 1 de abril de 2020

DLC día 19: ¡El Imperio Cobra!

Y no, no me refiero al cobro de los impuestos en algún imperio histórico (aunque también podría ser interesante), sino a una partida que hice con los calabacillos al mítico juego de mesa. Mítico porque todo el que lo jugó de pequeño (hablamos de más de 35 años atrás) quedó enamorado del tablero, los hombres cobra y aquella esfinge maléfica...

Claro, igual que con tu primer amor, con el tiempo se recuerda todo... diferente. Pero los chicos aun son jóvenes e influenciables, y ya sabéis, hay que hacerlos unos frikis de cuidado, y eso cuesta un buen esfuerzo.

Si además añadimos el WarHammer, ya son tuyos...

Así que saqué la caja y (aunque ya habían jugado antes) fue un triunfo instantáneo. Cielos, creo que les gusta el juego incluso más de los que me gustaba a mi de pequeño, y eso que nunca lo tuve, imaginad si estaba loco por él.


La verdad es que se hace duro jugar con ellos, cuando quieren que la partida dure lo máximo posible (y resulta que las partidas duran lo indecible, la verdad). Porque el juego se limita a ser un tiradados hasta que se llega a una localización concreta con un objeto en concreto. Eso, tres veces. Y luego a la isla (objeto mediante) y que no te pillen, y que llegues a la esfinge de la cobra. Casi impos...

Mecagoenmiputavida...

Pues sí, la primera vez en mi vida que veo acabarse una partida a este juego. El calabacillo numero 2, con una mano para los dados que lo flipas, consiguió llegar, jugar la carta de devolver a los hombres cobra a la torre de ébano y pasearse hasta la esfinge, como si nada.

Iba bien preparado, por eso

Es cierto que podría haberles puteado mucho más, en mi papel de... ¿jugador cobra? ¿máster?, pero recordad que a esas alturas de juego yo ya quería que se acabara y no enzarzarnos en una lucha por el control de la (inexistente) estrategia. Bueno, además también quería que vieran que se pueda ganar y que se sintieran orgullosos al hacerlo, claro.

De plomo... matará por un crítico químico, ¿no?

En fin, que lo pasaron bien, que es lo importante. Y pasamos el rato (y menudo rato largo, buf...) con algo que les gusta y querrán repetir algun dia. Lo que no sabía yo era que...




DLC día 18: Con dos días de retraso...

Y es que mis buenos propósitos de un post diario se están yendo al garete, lenta pero inexorablemente... aun así, vamos a intentarlo.

Antesdeayer (doh!) comencé un libro nuevo. Ya sé que enseñé un montón recién (re)encontrados que quería leerme, pero este pasó rápido al nº1 de mi lista:


Dentro del contexto pseudohistòrico de Warhammer 40.000 (o, como le gusta llamarlo a la gente, el lore) todo comienza con la herejía del primarca Horus, el favorito del emperador. Pues bien, esta novela narra cómo se reencontraron y es la primera de una trilogía que narra los inicios de esa supuesta herejía (el 40k, soy del caos hasta la médula) que marca el inicio de la guerra interminable del futuro.

Y poco más que eso, alguna miniatura más retocada la pintura... y procurando no pillar el virus de marras, claro. Porque...