A nivel de teletrabajo está siendo una semana complicada. No puedes fliparte demasiado y pedirle a los alumnos un montón de trabajo porque estén en cada, entre otras cosas porque se supone que podemos pedir lo que hubieran hecho en clase y eso es como una pocas horas a la semana en función de la asignatura. Así que, aparte de poner notas del trimestre pasado, el corregir trabajos es poca cosa de momento. El poner más faena también.
Además está el tema de las oposiciones, que me imagino que están valorando qué hacer con ellas. Y tal y como están las cosas (y encerrado en casa con tres críos), no puedes evitar relajar el pié del acelerador. Que no debería, pero no te das cuenta y lo haces. Habrá que ponerse las pilas. Y un horario, pero de los de cumplirlo. A rajatabla.
La parte lúdica no os penseis que es harina de otro costal. Poco más o menos estamos igual. Esa idea inicial de que se podría aprovechar para hacer de todo... pues va a ser que no, más bien. Aun así, rascar un ratillo de aquí y de allá, pues más o menos siempre se puede.
Un par de ejemplos, ayer acabé, a excepción de la peana (que es, curiosamente, lo que más me cuesta siempre de hacer) a nuestro amigo el elfo de HeroQuest.
Además, le eché el último ojo a la reparación de la sirena de mi hija. Ay, la sirena... tiene una historia muy trágica. Resulta que una de las veces que fuimos a comprar le tocó como premio por portarse especialmente bien, o algo por el estilo. Era un cuento (así potenciábamos la lectura) con una sirenita de juguete. La sirenita en cuestión tenía un cabezón enorme con un cuello minúsculo, con lo que pronto acabó decapitada. Para lo que era, lo podríamos haber tirado a la basura, pero a la niña le hacía mucha ilusión, así que intenté pegarla de nuevo.
Tan pesada era la cabeza que ni con superglue se aguantaba, así que hubo que usar un viejo truco de warhammero. Cortar de un clip una sección recta, taladrar ambos extremos del cuello cercenado de la sirena, meter dentro el metal, pegado por los extremos y reforzar desde fuera. Y voilà, ya tenemos sirena frankenstein vuelta a la vida. Y a la niña contenta.
Después de eso, ya a última hora, me fui a dormir tempranito pensando en madrugar hoy... jajaAJAJAJAJAJAjajaja... ay, perdón.
Decía que me puse una película aprovechando que ya tenía a todo el mundo en la cama. Venom.
Versión resumida, película del montón, tirando para abajo. Buenos efectos, guión mediocre y previsible, oportunidad perdida para explorar la psique oscura de una persona torturada por su vida, con un parásito alienígena que le aporta grandes poderes pero que al mismo tiempo se está alimentando de él. No es que hubiese esperado otro Joker (que ya hubiese estado bien, el rollo infección por simbionte alien puede dar para mucho si lo haces bien), pero que esperaba yo de una peli donde el simbionte come personas (si siquiera cerebros, como en el comic) pero no se ve ni una gota de sangre. O sea, peli para adolescentes pero hablaremos de sangre y violencia. Pero que no se vea, eso sí.
Para colmo presentan en la escena post créditos a Cletus Kasady, el futuro Matanza, el receptor del hijo del simbionte de Venom. ¿Veis ahí la coña? No puede verse sangre en pantalla, pero me apresuro a presentar a Matanza... que se llama así, no precisamente por ir a misa los domingos...
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Voy a tener que hacer un artículo hablando del personaje, como se merece |
En fín, ¿que estoy haciendo yo perdiendo mi tiempo hablando de esta basura de película? Con lo bueno que era el cómic... en fin, me vuelvo a trabajar un rato en mi programación, no sea que al final no pospongan las oposiciones y me pillen con el culo al aire...
Hasta mañana.