jueves, 12 de marzo de 2020

The Mandalorian (2020)

Por fin, aquí llega la tan esperada (por lo menos, por mí) reseña de esta serie de... no, a ver, esperad un momento... dejadme...


Vale, dadle al play. ¿Ya? Ahora, con la música de fondo, leed como leeríais las típicas letras amarillas del inicio de cada película (sí, las inclinadas con scroll):

STAR WARS: THE MANDALORIAN

Son tiempos oscuros para los fans de Star Wars.
Después de la compra de la saga por Disney
éstos se empeñaron en sacar una película por año.
La calidad de las mismas fue muy irregular
Pero las peores fueron las que componían la
"tercera trilogía".

Refrito encubierto de escenas de las películas
clásicas, con agujeros de guión del tamaño de la
estrella de la muerte, muchos efectos especiales
pero sin apenas emoción, pronto los fans se sintieron
hastiados, incluso traicionados.

Hasta se llegó a decir que la trilogía de precuelas
incluso parecía algo mejor en comparación con éstas.

La franquicia de debatía al borde del abismo...


Y la verdad es que, después de ir al cine el episodio IX el futuro de la saga se veía negro, muy negro. Incluso las primeras reseñas, hechas por críticos creíbles, no haters ni fanboys, presagiaban algo nada bueno. En mi caso personal fue la primera cinta de la saga que no fui a ver el dia del estreno y una de las pocas que no he visto más de una vez en el cine (dudoso honor, junto con El ataque de los clones). Incluso se llegó a oír resquebrajarse unos de los cimientos de la franquicia, esa sólida base que no fallaba a nadie, que "las películas de Star Wars hay que verlas en el cine, en pantalla grande". 

Pintaba mal, muy mal. Y esa fábrica de ganar dinero capitaneada por el ratón Mickey comenzaba a preguntarse, nerviosa, porqué la gallina de los huevos de oro ponía tan pocos últimamente.

Y entonces... en 2017 llegó Jon Fabreau. Y claro, Pedro Pascal.

Exageración, pero metafóricamente cierta al 100%
Fue en 2017 cuando desde Disney se confirmó que iban a resucitar un viejo proyecto, una serie de imagen real de la saga, que primero imaginó el mismo George Lucas como un culebrón galáctico sobresaturado de acción frenética y más adelante se intentó de nuevo con el denominado proyecto Underworlds, que quería presentar un universo ambientado en los bajos fondos galácticos. Se hubiera visto a Han Solo conociendo a Chewbacca y a Lando Calrissian perdiendo el Halcón Milenario. Por lo que se explica, como lo que luego fué la película de Solo. Pero en oscuro y con emoción. Vamos, con ganas, resumiendo. La nueva serie se llamaría The Mandalorian e iba a ser el proyecto estrella de la nueva plataforma de streaming de la compañía, la competencia a las Netflix y HBO's que se habían conseguido asentar en el mercado. El encargado de llevarla a cabo, un viejo conocido, Jon Fabreau. Ya guionista y director con reputación (Iron Man, Cowboys y Aliens, Zathura, El Libro de la Selva... ¿sigo?), además conocido por interpretar a Happy Hogan en la ya mencionada saga de Iron Man. Medidor de frikismo fluzeando al máximo...


¿Veis esa foto del personaje, que ya sale en los dos fotomontajes? Fue todo lo que pudimos tener de material promocional durante un par de años. Pero ya prometía mucho. No solo por la estética que se adivinaba del fondo, además el personaje era un mandaloriano, una ¿raza? ¿cultura? ¿religión? famosa por uno de sus miembros más conocidos, el cazarrecompensas Bobba Fett, el personaje secundario  más querido de la saga clásica. Y no sólo eso, además el arma que lleva a la espalda es el rifle que llevaba en la primera aparición del personaje, en el (risible o patético, depende de cada uno) Star Wars Holiday Special, algo muy poco conocido y que a los fans más acérrimos les puso berraquísimos.


Los seguidores estaban escarmentados de todo lo que habían sufrido los últimos años, pero aun así se notaban unas buenas vibraciones importantes acerca de este nuevo proyecto. Además, la confirmación de que Disney estaba invirtiendo la nada despreciable cantidad de un millón de dólares por episodio, le daba credibilidad al proyecto. Sí, para los tiempos que corren puede que no parezca mucho, pero recordad que no era una serie asentada, era una apuesta de la compañía.

Así que todos tenían a la serie como la gran esperanza de la saga. Lo que no esperaban, esperábamos, mejor dicho, fuera que esta serie solita se comiera con patatas a las grandes y mastodónticas (por lo menos en presupuesto) nuevas películas. Con una hábil combinación de puppets al más clásico estilo de la saga, un buen uso de los escenarios y unas gotas de efectos especiales bien distribuidas aquí y allá cuando el argumento lo requiere (¡así sí, coño!), la serie se ha convertido en (y aquí es cuando doy mi opinión personal e intransferible) lo mejor que ha dado la saga de Star Wars desde la trilogía clásica. Y si no me gustase tanto el arranque de El retorno del Jedi, podría decir que lo mejor desde El Imperio Contraataca. Tal cual.

Creo que la serie lo tiene todo, todo lo que se le podría pedir. Una historia bien llevada, personajes carismáticos, episodios todos diferentes entre ellos, pero siguiendo una historia con un argumento con sentido. Efectos especiales, muchos guiños a la trilogía clásica (atención al "paseo" del personaje al principio del primer episodio, todo lo que puede dar de sí, canela fina), etc.



Puede que lo único que no me guste es una cierta tendencia muy de vez en cuando a llevar bromas del fandom de Star Wars desde el público hasta dentro de la serie. A ver, si Obi-Wan Kenobi dice que sólo los soldados imperiales tienen tanta precisión, pues para mi va a misa. Son precisos y punto, aunque los fans se rian mucho con sus bromas acerca de su puntería. Pero no de debería introducir eso en la serie, porque lo "oficializas". Idem con los gungans (especialmente porque el actor que interpretaba a Jar Jar Binks declaró hace no mucho que estuvo tan jodido con el odio a su personaje que estuvo planteándose el suicidio), o incluso con el odioso Taika Waititi (director de Thor: Ragnarok, entre otras), al que espero que un gigante de Juego de Tronos rapte, meta en un saco y se dedique a darle de ostias cada vez que abra la boca. Ya sabreis porqué digo esto, tranquilos.

Aun así, quitando estos detalles de tiquis-miquis, es una serie de 10, sin ninguna duda. Y ahora os preguntareis, ¿cómo puedo saber yo eso si aun no se ha estrenado en España? Digamos que la he visto ya entera, y que no entiendo como la Disney cometió el error de llegar tan tarde aquí cuando la serie ya se emitía en Estados Unidos. En la época del streaming y de la piratería que ya desaparecía de forma importante, volvió a resurgir con mucha fuerza. Error de cálculo, aunque no creo que pierda abonados a Disney+ solo por esto.

Resumiendo, imprescindible sin lugar a dudas. No voy a explicar nada, hay que disfrutarla como el que descubre la saga por primera vez. Una joya que espero sepan mantener en la, ya anunciada, segunda temporada de la serie. Allí estaremos.

This is the way.




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