domingo, 14 de abril de 2019

¡¡Trailers, trailers, trailers!!

Cuando era pequeño ir al cine era un acontecimiento. Podía pasar de dos a tres veces al año (si eras afortunado) y siempre era a alguna película que acababa siendo especial para tí. Por suerte, o porque en las épocas en las que solíamos ir (navidades, vacaciones de verano...) siempre llegaban los mejores estrenos. Recordemos que faltaba aún casi unos cuandos años para que llegara internet a nuestras vidas (esa brisa agradable que acabó volviéndose un ciclón sin darnos cuenta) y no sabíamos nada de lo que vendría. Poca gente compraba revistas de cine (no la teleindiscreta, que las pegatinas de V eran todo un tesoro) y tampoco abundaban los programas de la tele que hablaran de futuros estrenos. Así que muchas veces todo lo que tenías eran los trailers del cine.

Eso quería decir que tenías que llegar puntual, nada de entrar a la sala con la película comenzada. Los trailers del principio eran sagrados. Como además el que montaba la cinta ya se cuidaba de que en una película de un género determinado apareciesen trailers de cine similar, normalmente los trailers eran una manera de ver mini-películas que igualmente te interesaban.

A dia de hoy estamos bombardeados (quieras o no) con trailers de las grandes superproducciones. Tanto en publicidad de youtube, spotify o incluso en un juego chorra de android, aparecen por todas partes. Supongo que si viera la tele también los vería allí.Normalmente son machacones, molestos y abusivos. Pero a veces, solo de vez en cuando, alguno aparece aun hoy en dia que te da una pequeña alegria, un breve recuerdo de lo que, años ha, significava un trailer. 

A mi, personalmente, cuando me pasa más de una vez en un corto periodo de tiempo, siento la necesidad imperiosa de hacer un post. Fijaros, fijaros, lo que llega...

1) JOHN WICK 3: PARABELLUM
Toda una sorpresa de dimensiones mayúsculas. Un sleeper en toda regla que logó ganarse el cariño de los espectadores y la crítica con un acción desenfrenada estilo Hong-Kong, su mitología propia y un Keano Reeves al que no nos cansamos de verle papeles impresionantes. Tengo pendiente de ver aun la segunda parte (por culpa de una promesa que le hice a un amigo y que tengo que mantener, hasta que tenga tiempo de volver a quedar para hacer maratones de cine) lo que no quita que me alegre sobremanera ver que continuan con la saga. Utiliza la famosa frase sacada del tratado De lo Militar de Publio Flavio Vegecio, Si vis pacem, para bellum, si quieres paz preparate para la guerra, toda una declaración de intenciones que, fuera de la ficción, solo encantará a los perros de la guerra, pero tambien del nombre original de la famosa pistola conocida de forma popular como Luger.



2) STAR WARS, EPISODIO IX: EL ASCENSO DE SKYWALKER (THE RISE OF SKYWALKER)
Con un título que da más miedo que una pedrada llega la conclusión de la saga de Rey, Kylo y compañía. La verdad, no se que pensar al respecto. Que el trailer parezca más de lo mismo puede ser, tranquilamente, un efecto de la sobredosis de Star Wars que la Disney nos ha causado los últimos años y, porqué negarlo, al cual nos hemos prestado esperando recuperar aquella magia de nuestra infancia que, me temo, no volverá. Pero como esta saga es especialista en hacerte desconectar la manida suspensión de la incredulidad, le daremos otra oportunidad. A mi, con que me entretenga, me doy con un canto en los dientes.




3) JOKER
Después de la aberración de payaso asesino/histriónico/drogado/lo-que-sea que apareció en Escuadrón Suicida (otra aberración, por cierto, toda la película en sí misma es una bazofia indigna) poco me esperaba que me llamara tanto la atención una cinta sobre el archienemigo de Batman. Para empezar que el actor encargado sea Joaquim Phoenix ya es toda una declaración de intenciones. Y que parezca ambientarse parcialmente en la absoluta obra maestra del comic La Broma Asesina de Alan Moore (mal que le pese al pobra barbudo, quien reniega de las adaptaciones al cine de sus obras, por las que ni siquiera acepta el pago de los derechos) le puede dar serias posibilidades de que sea un peliculón.



4) VENGADORES: JUEGO FINAL (AVENGERS: ENDGAME)
Dentro de la larguísima serie de películas de la Marvel, Vengadores fue para mi la mejor. Con todos los personajes ya presentados, podían ir de cara a barraca implantando, sin complejos, un comic en formato cine. La dos perdió parte de esa mágia y se recuperó en Infinity War gracias al megalómano de Thanos y su cohorte de supervillanos, que te dejaban apabullado en la butaca del cine durante más de dos horas largas. Al final, ni los chistes nivel EGB ni los personajes desaprovechados importaban tras el despliegue gigantesco que habíamos podido contemplar. Y, en poco menos de unas semanas, tendremos conclusión. Esperemos que sea una digna secuela de su predecesora.




5) LOS MUERTOS NO MUEREN (THE DEAD DON'T DIE
Con Bill Murray encabezando un largo elenco de actores famosos, llega una nueva versión humorística de la plaga de monstruos sobrenaturales más cansina de las historia del cine (aunque pronto los Jedi acabarán superándoles, gracias a la Disney). Tiene pinta de divertida, así que va a la lista.

Partida: Mr. Jack

El otro día hizo la friolera de 11 años que la Sra. Lantern y un servidor nos aguantamos mutuamente bajo un mismo techo y como no podía ser de otra manera nos faltó tiempo para salir corriendo de bajo ese mismo techo para celebrarlo, aunque fuese modestamente. Hubiese estado bien irnos fuera un fin de semana en pareja, pero las circunstancias familiares no lo indicaban oportuno, así que nos fuimos a hacer algo más sencillo.

Así que canguro (check), móviles no silenciados (check) y cargados a tope (check), instrucciones a los calabacillos (check) y a la calle. Había que aprovechar el tiempo, porque aun teníamos fresco el precedente de la última vez que intentamos salir de casa y tuvimos que volver a las pocas horas (ver aquí).

Como pilló un día laborable, en los que llego a casa casi a las 10, había que encontrar algo abierto y que nos gustase a los dos. La cartelera no tenía muy buena pinta (no suele tenerla últimamente) así que nos fuimos a uno de nuestros locales por excelencia, del que ya os he hablado, La Pifia. 

A un par de horas de que cerraran, estaba a reventar de gente. Parejas y grupos jugando a multitud de juegos mientras cenaban o tomaban algo. Era entrar por la puerta y respirar ese aire de frikismo que tanto necesitaba. Mientras bajabamos por las escaleras al sótano, mirabamos a nuestro alrededor: un grupo jugando a Colonos de Catán, otro a Aventureros al Tren, otro a Codenames. Por el fondo sonaba algo sospechosamente parecido a una partida de rol. Es un local que nos encanta.

Así que nos pedimos algo de cenar y mientras escogimos juego. Como solemos hacer, aprovechamos para probar algo nuevo y el escogido fue Mr. Jack.


La copia parecía haber tenido bastante trote antes, lo que en un juego de mesa siempre es bueno. Lo abrimos y nos encontramos con un juego de misterio e investigación. Ocho personajes en una ciudad, uno de los cuales es el esquivo Mr. Jack. Cada jugador tomaba un rol, o de investigador o de Jack, y tenía que cumplir su objetivo lógico; el investigador atrapar a Jack y el susodicho huir indemne o que se arreste a un inocente. El juego basa sus mecánicas en la deducción, cada turno el jugador que lleva a Jack tiene que indicar si está "visible" o no, siendo visible si está al lado de una farola encendida, justo al lado de otro personaje o iluminado por la linterna del Dr. Watson (si, aparecen ciertos personajes conocidos).


Cada personaje puede hacer dos cosas en su turno, un desplazamiento de 1 a 3 hexágonos (más si nos desplazamos por el alcantarillado, de oca a oca, para entendernos) y un poder especial, que depende del personaje en cuestión, desde encender farolas, bloquear tapas de alcantarilla, movilizar a la ronda policial de la ciudad, intercambiarse con otro personaje, etc.

Hicimos dos rondas, tomando un rol diferente en cada una. La primera (mientras aprendíamos) acabó pronto cuando capturé a un inocente, al malinterpretar un par de acciones de mi señora. La segunda, en la que me tocó ser Jack, acabé huyendo nada más pasar un par de turnos, al dar la casualidad de que sólo quedó un personaje sin "iluminar" (vamos, sin coartada, a efectos del juego), por lo que no hubo duda. Durante otro par de turnos hice lo que pude para escapar y a punto estuve, pero la Sra. Lantern jugó mejor sus cartas (para variar) y acabé atrapado cuando ya vislumbraba la salida de la ciudad...


Opinión del juego: ligero y fácil de aprender, pero es de aquellos que tienen pinta de quemarse rápidamente. La dificultad solo es un poco mayor que el viejo juego de Cefa de nuestra infancia, el Misterio, al que le hubieran añadido un par de mecánicas de eurogame. No me parece un mal juego, pero tal vez fácil de encontrar repetitivo a corto-medio plazo. Ya está bien que nos encontremos alguno que no nos convenza del todo... que si no...

En resumen: buena jornada, buena compañía, buena comida y un buen juego, que probamos pero no cuajó. Si tenía que pasar eso en algo, mejor en el juego que en el el resto, no?



domingo, 7 de abril de 2019

Partida: Colonos de Catán

El pasado domingo por la tarde volvimos a sentarnos todos en la masa para jugar a un juego de mesa. Domingo por la tarde, niños inquietos, tele clausurada, ningún plan a la vista. Así que la decisión fue fácil, fui a mi habitación y acabé escogiendo un clásico del que ya he explicado en algún otro post mi relación con él: Los Colonos de Catán.


Como se la regalé a la Sra. Lantern hace un porrón de años, mi edición es la primera que salió en castellano. De ahí que yo lo llame Colonos (la primera versión a la que jugué, una noche de San Juan, era la versión Alemana, Die Siedler von Catan) y no Descubridores. Esta es la edición de Kosmos, la editorial original, antes de que los derechos pasasen a Devir. Algo que, por cierto, me (nos) puteó bastante, porque no salieron las expansiones de Kosmos antes de este cambio, y Devir hizo el juego con formato de cartas diferente, incluso del tamaño y dibujos de las cartas, y con fichas sin gracia de plástico en vez de las artesanales de madera. Con lo que las expansiones que hay a la venta no son compatibles con el juego que tenemos en casa. Casonlóspedrer....

En fin, a lo que iba. Sacamos el juego, montamos el tablero básico y explicamos las reglas a los peques. Al principio reaccionaron como un adulto: está muy bien esto que me explicas pero cuando lo vea ya en la partida lo entenderé del todo. Así que comenzamos.

Situación de salida

A destacar que decidieron jugar a su manera. Calabacilla#2, gran admirador de la caballería medieval en todo tipo de medios, decidió pasar de toda otra actuación que no fuese comprar cartas de desarrollo para tener cuantos más caballeros mejor, lo que le valió una temprana carta (y 2 puntos) del ejército más grande. Su hermana mayor decidió seguirlo en su empeño, aunque no le alcanzó. Mientras tanto, la Sra. Lantern tuvo un pequeño lapsus e intentó enseñar a los niños a jugar de una manera estándar (competitiva) cuando en realidad, en opinión de un servidor, que en su primera partida se dedicasen a buscar cambios como desesperados para conseguir la piedra, el trigo y la oveja necesaria para la nueva investigación es una auténtica pasada para su edad y muestra una visión estratégica de "su juego" alucinante. Su primera partida, recordad. 4 y 6 años. 

Me robó mis fichas rojas, pero cuando vi que las ordenaba como el maniático
de su padre, se lo perdoné todo... snif...

No todos lo veíamos así. La Sra. Lantern, a la que al hacerle un hueco para que entrara en la partida cuando ya nos habíamos situado todos, decidió centrar sus esfuerzos en... bueno... reforzar la visión de puteo del juego para los niños (¡!), poniéndome como conejillo de indias para tal encomiable tarea. Así pues, se oyeron lindezas como:

"Si pones el ladrón aquí, no molestas a nadie y puedes robarle a papá"

"Mira, si lo que realmente quieres es ponerle el ladrón a papá, entonces..."

Al final la partida se alargó más de lo previsto y acabamos recogiendo de golpe, para cenar algo rápido y embutir a los peques en la cama, que el día siguiente tenían colegio. Aun así, una partidaza divertida y, espero, también educativa. Por lo menos a la hora de convertir un juego en tu juego, eso seguro. Y en putear a su padre, eso también, gracias a mi señora esposa...

Veo que alguien quiere guerra. Voy a tener que volver a sacar el Ciudadelas.