Buenas. Si, gracias, estoy mejor del dolor de cabeza. Al final, contra todo pronóstico me he levantado igual con lo que el chute de ibuprofeno (ningunprofeno, según mi hija) ha sido inevitable. Pero ahora ya estoy perfecto. Con pupilas dilatadas, pero perfecto...
Sigo con las miniaturas, monto, imprimo y pinto. Y al igual que las miniaturas de Blood Bowl que estoy montando son por culpa del videojuego y del pique que me dejó, pues por culpa del juego para móviles de Mordheim he vuelto a sacar las miniaturas y ya estoy montando las bandas. La primera, las Hermanas de Sigmar.
Muchos arqueros buenos, ahí está la clave |
Nada mal para ser que de las primeras entradas a este blog era como montarme una banda de estas. La friolera de 7 años, debe hacer ya. Yo cuando me pongo soy así de rápido...
(Y sí, pone zumo, uso esas tarjetas para memorizar léxico en alemán. Der Saft, Die Säfte. Ya me habeis descubierto el secreto, cagon...)
Aparte de esto, me he apropiado con premeditación y alevosía, de un trozo de armario para mis figuras y cosas variadas. De momento tengo un par de cajas para fichas de wargames, las naves de X-Wing y las miniaturas de Age of Sigmar / Shadespire. Las estanterías interiores son cosa mía, he reaprovechado (Dremel mediante) unos trozos viejos de DM de cuando exponía los blisters de los MOTU Classics para poner varios niveles (aprovechar altura) pero que todo esté accesible. Si no, estanterías normales cuando las pongo apretadas significa que en un armario con mucho fondo (como este) no llegas al final. De momento, funcional.
Y poco más ha dado el día de sí en el tema lúdico. Pero hablando de aprovechar, veréis que cosa más chula os explico mañana.
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