lunes, 24 de febrero de 2020

Stay Alive! (Sobrevive)

Otra entrada rápida, rápida, a ver si no consigo perder demasiado tiempo. (Y sí, me acuerdo que tengo pendiente la reseña de The Mandalorian).

No se si os acordaréis, pero en la época dorada de los juegos de mesa infantiles de MB, en la que habían mil y un tipos de juegos familiares (puede que no tanto de fichas de cartón y miniaturas pero sí de múltiples fichas de plástico y canicas), hubo uno de ellos que llamaron aquí Sobrevive. Yo lo tuve y recuerdo muchas y muy divertidas tardes con la familia y los amigos jugando con él.



Pero las recuerdo ahora, porque durante muchos años, literalmente, lo olvidé. Y mira que tengo muy buena memoria para los juegos y juguetes que tuve en mi infancia. Jamás he olvidado los Masters del Universo, el HeroQuest, los Secret Wars, los Airgam Boys, el Tente, los tebeos de Forum, etc. Pero éste, cosa curiosa, lo había olvidado.

Hasta que un día, buscando "otras cosas" (de las que hablaré cuando llegue el momento oportuno), por ahí en medio de la lista me encontré este juego a la venta, en versión inglesa. Sorprendentemente, a un precio mucho menor de lo que hubiese esperado. Y completo. Y en perfecto estado.

Como no sorprenderá a nadie, cuando busqué la versión española estaba, como mínimo al doble de precio. Cajas sucias y hechas un desastre, faltaban canicas o las habían cambiado por otras que no se parecían en nada. Lo típico, "oportunidad única, juego DIFICILÍSIMO DE ENCONTRAR". Si, ya.

Volví raudo y veloz al primero y lo puse en la lista de seguimiento. Casualidad o no, al dia siguiente el vendedor lo ofrecía con un descuento del 15% sobre el precio inicial, con lo que ya lo tenía comprado antes de pensar si debía o no. Y después del típico percal de correos con los paquetes que no entregan porque en casa "llamaron y no había nadie" a pesar de que sólo estaba la familia de 5 miembros al completo, los abuelos, la canguro, el perro de los abuelos, el gato persiguiendo al perro y tres peces. Bueno, vamos a dejarlo, que me enciendo.

Así pues, habemus juego clásico de nuevo. Y, a pesar del idioma, es absolutamente idéntico al que yo tuve de pequeño. Aunque no lo recordaba tan grande, eso sí.


El juego en sí, podríamos decir que es un laberinto, pero de agujeros en el suelo que se desplazan en función de como empujes o estires de cada palanca lateral. En tu turno sólo puedes empujar o estirar de una de ellas y una única posición de las dos que hay, de forma que la base sobre la que se sustentan las canicas puede ir variando. Además, las bases rojas y blancas se cruzan, quedando la blanca siempre por encima, con lo que hay que tener buena memoria y ser observador para saber si mover esa palanca que estas a punto de tocas hará aparecer un agujero blanco, cuando debajo... ¿hay otro rojo o no?



Un juego sencillito, pero con más chicha de la que puede parecer al principio, que es poco. Pero sí, divertido, para estar atento y también, cómo no, reirte cuando quieres hacer caer una canica de un adversario pero acabas haciendo caer una tuya. O dos, si eres de los que no te has dado cuenta que es innecesariamente arriesgado poner dos tuyas en el mismo renglón al principio del juego.

Si lo encontráis por algún trastero, dadle una oportunidad. Se la merece.

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