lunes, 4 de marzo de 2019

A veces, pasan cosas... maravillosas

Os voy a explicar una cosa que me pasó el otro día. Una de esas cosas raras que a veces te devuelven (un poquito) la fe en la humanidad. Digo un poquito por lo del corolario aquél de la ley de Murphy, que dice que si te encuentras muy bien, no te preocupes, que ya se te pasará...

Pero no, hoy no es día de ponerse pesimistas. Al contrario. En un mundo lleno de gentuza, chanchulleros y especuladores, da gusto encontrarse a veces con gente agradable y detallista. 

Vamos al caso, el otro día me llego a casa un paquete de unas cosas que compré por eBay. Como coleccionista que soy de juguetes de mi infancia, de vez en cuando rastreo ("otear") algunas webs de venta de segunda mano, a ver que va saliendo. La mayoría de las veces hay muñecos hechos un Cristo, a precio de Santo Grial. Pero aquél día en concreto encontré un lote muy atractivo y por bastante menos de lo que costaría conseguir todo aquello por separado. Y hablo de económicamente, en tiempo ya ni os explico.

El juego 3D (próxima reseña), dos cuentos ingleses en tapa blanda y el mini-LP inglés de historias. Lotazo.

Una cosa que he aprendido en muchos años de coleccionar es a no dudar. Si tienes claro que eso los estabas buscando, el precio es bueno y el vendedor tiene muchas y buenas reseñas, hay que lanzarse rápido. De lo contrario, ese momento de duda es en el que los competidores te roban la presa, cual mezquinas hienas. O skavens...

Pues eso. Compro, pago y espero. El paquete llega pronto y el mismo día lo abro y... me encuentro más cosas de las que yo había comprado. Evidentemente, como me lancé al lote tan rápido no comprobé si el vendedor tenía otros artículos a la venta que me pudiesen interesar y todo esto tenía pinta de haber sido otro lote, que (pensé) el vendedor había creído que yo también había comprado y me lo puso en el mismo paquete.

Una cinta VHS de la serie clásica, dos de la serie de 200X y una figura de He-Man New Adventures con espada repro 3D

Al momento me puse en contacto con el vendedor para agradecerle la rapidez y de paso, comentarle lo que había pasado, para ver cómo quería recuperar el lote extraviado. Y aquí es cuando vino la sorpresa. No era un lote extraviado, el vendedor me lo puso en el paquete como detalle por la compra. No una cinta o el muñeco incompleto, no, lo puso todo. Cómo no, lo agradecí muchísimo y no solo por los artículos, sino por haberme alegrado el día.

No se si tienen mucho valor económico o no, pero el caso es que lo que más cuenta en casos como este, es el detalle. Detalles que a veces me han llegado incluso como nota manuscrita, una vez que compré una pegatina de He-Man que venía con el numero 1 del comic de los Masters del Universo de Zinco, pegatinas que se extraviaron (yo ni las usé ni las regalé, en aquel momento para mí eran valiosísimas) y que una chica puso a la venta por eBay y me envió explicando que llevaba con ella desde niña y que confiaba que le diese un buen hogar, como si de un cachorrito se tratase.

Estas cosas, aunque sean simples, son maravillosas. Sí, el mundo es una mierda a veces, pero sigue habiendo gente majísima por ahí. Y siempre consiguen animarte y que, como consecuencia, a tu vez acabes ayudando tú a los demás.

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