Comienzo con este una serie de tres posts dedicados a Halloween, que tengo intención de acabar precisamente ese mismo día. Me temo que debo volver a repetir (como cada año) que encuentro esta celebración impuesta (autoimpuesta, que es peor) y ajena a nuestra cultura. Pero que como es parte de la cultura anglosajona de la que derivan muchas de nuestras aficiones, he preferido quedarme sólo con lo que me gusta y simplemente despreciar el resto de la peor manera posible, ignorándolo.
Cosa que no será tan fácil con los peques de casa. Ellos nacieron cuando el resto ya nos teníamos que rendir a la evidencia y para ellos ya es parte central de sus festividades, a su manera. Y es algo que no es de extrañar. Desde su punto de vista es una fiesta de disfraces, chuches y cachondeo. Era una batalla perdida de antemano para la festividad del recogimiento y el recuerdo a los seres queridos que se fueron. Miradlo desde un punto de vista infantil/juvenil. No hay color, simplemente, no es capaz de encajar en su forma de ver las cosas. Por eso, este invento importado para poder hacer más fiestas de discotecas y parques temáticos, así como de las grandes superficies para vender más golosinas, disfraces y decoraciones supuestamente siniestras, ha calado hondo. Personalmente me conformo si puedo contener esta celebración extraña y poder conseguir mantener las pocas tradiciones propias que nos quedan.
Y así, ahora que me he puesto más trascendente y más anti-neoliberal que Karl Marx... ahora es cuando va y digo que nos fuimos a la fiesta de Halloween de Port Aventura... (si, esto es un epic fail en toda regla). ¿Que puedo decir? Nos invitaron los padres de unos amigos del cole de los niños, no habían estado allí nunca, así que pensamos que podría ser una buena actividad para el sábado... pero tranquilos, que no se repetirá a menudo, por lo menos mientras yo tenga algo que decir al respecto. Errare humanum est, sed perseverare diabolicum.
Como no voy a acabar yendo, si hasta me han hecho una estatua |
Creo que no pisaba Port Aventura desde... los inicios de mi primera época universitaria, que fuimos todo el grupillo de amigos a pasar el día. Entre otros muy honorables compañeros de fatigas, el señor Yacon, como aficionado a las montañas rusas, y un servidor en aquel momento pendiente de otros infernales medios de verse mareado y confundido... (no, no hablo de drogas). Así que cuando fui me encontré con que se decía que habían un montón de zonas nuevas, atracciones nuevas... pero que no vimos, porque pasamos la mayor parte del tiempo que estuvimos allí en Sésamo Aventura. ¡Yuju! Seis niños con cinco adultos. Hablando de infiernos... Ah, ahora lo pillo, por eso lo de Halloween... T_T
El momento culminante, el espectáculo de "terror" de Barrio Sésamo |
La parte que podríamos decir que propiamente era de Halloween eran grandes figuras de monstruos kid-friendly en la zona de entrada, muchas calabazas (¡de verdad! algún agricultor hizo su agosto) por todas partes, arañas peludas por las paredes... y poco más. El resto eran espectáculos en los escenarios escogidos o incluso por las mismas "calles" del parque, en las que podías encontrar a brujas simpáticas, jóvenes calabacillas bailarinas ("Hola, guapísima... ¿dónde vas tan...? Uy... hola cariño...") y vampiros repartiendo caretas de cráneos enjoyados. A parte de eso, poca cosa más. Por la noche la cosa se animó algo más, se multiplicaron los espectáculos en los restaurantes del parque y habían muchos más animadores vestidos de monstruos, como varias momias que rondaban por nuestra zona con ganas de dar algún susto, así como versiones algo más adultas sin perder ese aspecto de todos los públicos, como un nutrido grupo jóvenes viudas, todas risueñas, precediendo un único ataud (...), y versiones de Eduardo Manos-tijeras y personajes de Piratas del Caribe. Cómo no, cuando los niños se supone que ya no están "on-line" es cuando empieza lo divertido.
En fin, recapitulando. Sigue siendo la misma Port Aventura de siempre. Y lo que más espanta siguen siendo los precios de cualquier cosa que quieras comprar en el interior, así como el volumen de la gran mayoría de espectáculos. En Halloween, diferentes espectáculos, algo de decoración... y todo el resto sigue igual. Igual que fuera del parque.
Pues eso, pasamos el día haciendo algo diferente, que no es poco. Pero no lo puedo recomendar, a no ser que seáis unos hardcore-fans del parque de marras.
Anónimo Yacon dice:
ResponderEliminarJo, que mal te debió ir. Nosotros fuimos el año pasado para estas fechas, lo que pasa es que hice fiesta entre semana, con lo que todo estaba bastante tranquilo en cuanto a tumulto se refiere. Estuvo entretenido. También estuvimos en el Sésamo, que ya no es lo que era. Recuerdo verlo el año que lo abrieron. Era espectacular, con ese colorido y todo en su sitio. Ya no es lo que era, el color se ha vuelto pocho (será temática halloween?) y ya no impacta. Pero subimos en Coco Aviador, que ya es algo.
Total, que ir en fin de semana o en verano es suicidarse, pero el resto no está mal.
Yo es que no he sido muy fan de Port Aventura, así que tampoco me perdí nada especial. Pero si, supongo que el que quería subir a las atracciones debía estar rondando el suicidio, la cola más rápida era como una hora y media de cola (!). Y lo de Halloween, pues algo light, esperaba algo más interesante para tanto bombo que le dan...
EliminarYo hace 7 años, concretamente en noviembre de 2009 fui a Sonia a Porta ventura por Halloween y lo pasamos bien pero miedo no pasamos. Vimos que era de una perspectiva más a encandilar a los más, aun así no había mucha cola y pudimos montar bastante en todas las atracciones, aunque algunas estaban cerradas o en reparación, pero me acuerdo que comentamos que no volveríamos más por Halloween. Yo estas fiestas cuando era pequeño y hasta bien mayor pues era hincharme de castañas al horno ya que los panallets nunca me han convencido. Para mí es el día de los muertos y durante unos cuantos años en este día ponía la película “The Crow” ya que se situaba este film en “La Noche del Diablo” donde delincuentes de una ciudad oscura quemaban casas y asesinaban ocasionalmente a algún inquilino que no se dejaba convencer.
ResponderEliminarAquí otro fan de las castañas asadas. No le hago ascos a los panellets... pero no es lo mismo.
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