Más allá de los dos minutos infinitos (2021)

Saludos a todos. 

Vamos todos pillados de tiempo, ¿eh? A veces cuesta ponerse a escoger una película para ver, especialmente cuando los fans del cine fantástico tenemos que rebuscar entre la (según la temática, pobre) oferta de alguna/s plataforma/s de streaming. Mientras buscas y rebuscas muy a menudo se te pasa el tiempo que tenias disponible.

Pues permitidme una recomendación para los fans de la ciencia ficción y/o los viajes en el tiempo: Más allá de los dos minutos infinitos.

Poco más de una hora de película (va bien, teniendo en cuenta que cada vez más las películas parece que tienen que pasar de las dos horas, algunas incluso más) con una historia sencilla en su planteamiento, aunque enrevesada en su desarrollo. En ningún momento os perdereis en la trama (ya hablaremos de Tenet otro dia...) aunque os hará rodar la cabeza de lo lindo. 

El argumento es muy simple, tenemos a un humilde propietario de una cafeteria, Kato. Nuestro amigo tiene un pequeño apartamento justo encima del local. Y justo cuando un dia como cualquier otro acaba su jornada, se da cuenta de que en el monitor de su habitación le están llamando. Él mismo. De hecho, su yo del futuro. Exactamente de dos minutos en el futuro.

 

Así pues, nos encontramos con un monitor que nos muestra el futuro. Concretamente el futuro que captará la webcam del monitor de su cafetería en exactamente dos minutos.

Y si sois de los que creeis que este inicio no da para un buen film, pues os vais a perder una de las películas más frescas, divertidas, enrevesadas, y menos tramposas consigo mismas que he visto en mucho tiempo. Porque no hay necesidad de más. Todo esto además, rodado con un iPhone y mucha planificación. Toda una rareza.

El desarrollo del argumento es perfectamente entendible y muy lógico. Lo único que os preguntareis es dónde pueden comprarse los cables de esos monitores, pero es una minucia en compraración con la maravilla de historia que hilan a partir de un inicio tan simple.

Y especialmente me gusta porque el protagonista no quiere lios, esta cosa tan rara le da mucho respeto. Pero claro, tarde o temprano aparece algún amigo liante, y claro, no todo el mundo es igual de prudente y los hay que la lian parda en nada...

Lo dicho, muy recomendada. Hacedme caso, no os arrepentireis.