Hace tiempo que le voy dando vueltas a hacer post sobre algunos juegos de miniaturas del universo de Warhammer, que bien sea porque llevo tiempo recuperándolos (Warhammer Fantasy, Mordheim, Necromunda...) o porque han salido nuevos y he caído, en mayor o menor medida (Space Hulk, Shadespire, Kill Team, Age of Sigmar...), pero que en todo caso me están pareciendo interesantes, y alguno de ello incluso mucho. Además, también hay algunos juegos de mesa, no tabletops de miniaturas sino juegos de mesa en el sentido más tradicional, del mismo universo más que interesantes, como podrían ser Caos en el Viejo Mundo, del que hablaré próximamente.
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Si hay algo común en todos ellos es, precisamente, su universo. Cuando Games Workshop pasó de hacer miniaturas para otros juegos para hacer los suyos propios sableó sin miramientos los típicos arquetipos de fantasía, esa mezcla literaria-mitológica que todo el mundo usaba sin reparos y casi sin cambios, ¿porqué ellos no iban a hacer lo mismo? Mientras tanto, el pobre Tolkien se removía en su tumba. El caso es que a pesar que sus inicios fueron muy del montón pronto comenzaron a montarse un universo propio muy interesante, detallado y terriblemente profundo para sus juegos. Y si bien lo hicieron con ganas para Warhammer Fantasy, para su versión futurista/gótica/post-apocaliptica, llamada Warhammer 40.000 (o WH40K, para los colegas) ambientada en un universo atrapado en una guerra interminable a escala galáctica, directamente rompieron el molde. Es alucinante el nivel de detalle y las grandes historias que hay ahí metidas. En todo caso, si hay algo común en sus dos líneas de juego, por increíble que parezca dadas las diferencias, es el origen de la corrupción que asola ambos universos, los temibles dioses del caos, la versión de Games Workshop de los jinetes del apocalipsis, pero ya a lo grande, en plan demoníaco.
Hoy os los presentaré para que cuando el próximos posts hable de alguno de estos juegos ya os suene quienes son y que pié cojea cada uno de ellos. Debo decir también que voy a enfocar este post de una manera humorística, no quiero hacerlo de manera realista ya que bastantes desgracias reales hay ya en el mundo como para hablar de sufrimientos, plagas y guerras en mundos inventados. En otras cosas me gusta el realismo, en esto no. Así que voy a intentar ser lo más divertido posible, hablando de cosas que me gustaría que solo existieran en la ficción. Y voy a usar mucho superdeformed y anime picante de la web. Así que ya sabeis, ya estais advertidos de que todo esto va a ser altamente herético...
1) KHORNE, EL DIOS DE LA SANGRE, SEÑOR DE LOS CRÁNEOS, EL AMO DE LA BESTIA, EL MASACRADOR.
Con este nombre ya os imaginareis que no es precisamente el dios del macramé. Khorne es el dios de la guerra y la violencia. En su trono de bronce y acero, sobre una montaña de cráneos, siempre está sediento de sangre y reclama a sus seguidores un tributo constante de muerte. De hecho, a Khorne le da perfectamente igual de quién es la muerte, si de un enemigo o de sus seguidores que se aniquilan entre ellos, los cráneos y la sangre son iguales para todos y no se hacen excepciones. Sólo recompensa el valor, la fuerza y la conquista. Odia la magia y a todos los que la practican ya que para él todo lo que no sea combate cuerpo a cuerpo brutal y desmedido es deleznable (no está en muy buenas relaciones con su hermano Tzeentch, su gran rival) y especialmente odia a su hermano pequeño Slaanesh, porque su presuntuosa y distendida existencia es un insulto para la disciplina brutal y salvaje de Khorne). Sus seguidores humanos suelen verse bendecidos con dones de fuerza y fiereza para el combate y pueden verse acompañados (y a veces, aniquilados) por los sanguinarios demonios de su amo, como los mastines de Khorne, los Juggernauts o los temibles Devoradores de Almas.
2) EL ABUELO NURGLE, GRAN CORRUPTOR, AMO DE LA PESTILENCIA, SEÑOR DE LA PUTREFACCIÓN Y LAS MOSCAS.
Entre sus seguidores es bien conocido que Nurgle, el dios de la enfermedad, la podredumbre y la decadencia es muy afectuoso con sus allegados y siempre está de buen humor, al igual que sus sirvientes, que ven sus dones no como una maldición que lamentar sino como un regalo que atesorar. Siempre está en el jardín de Nurgle, un hervidero de vida, enfermiza y pestilente, pero vida floreciente a todos los niveles al fin y al cabo, y siempre está trabajando con su caldero, en el que prepara nuevas enfermedades que liberar sobre los reinos mortales. En la versión 40k se dice que tiene cautiva a la diosa Eldar de la vida Isha, con la que experimenta cada uno de sus nuevas recetas. Isha siempre se cura de la enfermedad y en función de los resultados Nurgle utiliza el potaje sobre los reinos humanos (mientras Isha trata de hacer llegar desde su cautiverio el secreto de la cura a sus creyentes) o directamente lo tira a su jardín y con su siempre presente sonrisa vuelve a comenzar su labor. Su principal adversario es Tzeentch, su cambiante hermano, ya que representan versiones opuestas de la existencia, Nurgle la decadencia final y Tzeentch la esperanza en el cambio. Los adoradores de Nurgle suelen mostrar una gran corrupción en sus cuerpos que sin embargo les aporta una resistencia inhumana. Los demonios a su cargo, pestilentes y contagiosos como su señor, son los Portadores de la Plaga, las gigantescas Grandes Inmundicias y la microversión de estas, los Nurgletes.
3) TZEENTCH, EL QUE CAMBIA LAS COSAS, DIOS DEL CAMBIO, EVOLUCIÓN, HECHICERÍA E INTRIGA.
Tzeentch es el más perturbador y enigmático de los cuatro dioses del caos. Si tiene un gran plan en mente, nadie lo sabe, pero todos lo temen, pues de todos los planes y todos los tratos que traza siempre él es el beneficiado, pues la maquinación es su juego y nadie juega mejor que él. Ejerce su influencia sobre los reinos mortales mediante la hechicería y por lo tanto son normalmente los hechiceros los escogidos para que se les ofrezca un poder ilimitado, así como conocimientos arcanos ya olvidados a los estudiosos o oportunidades de destacar para los dirigentes ávidos de poder. Siempre hay un trato que Tzeentch ofrece gustoso, si es parte de un plan mayor o sólo es una confabulación por el gusto de hacerlo solo lo sabe él. De hecho, muchos de sus seguidores mortales lo adoran sin ni siquiera saberlo, al buscar de forma desmedida conocimientos y poder caen en las redes del señor del cambio, que accederá a sus deseos para verlos crecer hasta ser hechiceros de gran poder, o se asegurará de mutarlos en criaturas deformes y descerebradas justo antes de que lo consigan. A pesar de que su gran adversario es Nurgle, el corruptor, no tiene problemas en tejer alianzas entre todos sus hermanos para actuar en nombre del Caos Absoluto (mira, como mi habitación), alianzas que suelen acabar beneficiándolo a él más que a ningún otro. Sus demonios más obedientes son los Incineradores, los Aulladores, los Horrores Rosas y Azules y los poderosos Señores de la Transformación.
4) SLAANESH, DIOS DEL EXCESO, LA LUJURIA Y EL HEDONISMO, SEÑOR DEL PLACER Y EL DOLOR.
Normalmente representado con una mitad femenina y otra masculina, puede igualmente mostrarse enteramente de cualquier sexo, así como hermafrodita o asexual. Slaanesh es el más jóven de los dioses del caos. En la versión 40k su gestación se produjo a causa de la corrupción de los Eldar, una raza que dominó el universo y que en su poder relajó entregándose al hedonismo, y que con su nacimiento creó el desgarro en la disformidad conocido como el Ojo del Terror y que aniquiló al grueso de la raza Eldar. En la versión Fantasy, es simplemente el demonio que corrompe a través de la lujuria y las tentaciones de la carne a los pobres humanos. Suele ser neutral hacia los otros dioses, ya que está demasiado ocupado en su propio placer como para preocuparse, aunque su principal enemigo sea Khorne, que detesta el concepto de vida fácil entregada a los vicios de Slaanesh. Suele ser con diferencia el demonio del caos más utilizado en los dibujos humorísticos dedicados al mundillo de Warhammer, bien sea porque a los adolescentes que empiezan a jugar a estos juegos les toca la fibra sensible (alguna ilustración ronda por ahí que tiene que "levantar" más de una mesa de juego) o bien porque parece que sea el que más puede afectar al humano "normal", al que los complots, el asesinato o propagar enfermedades no les llama, en cambio las hormonas... es lo que tienen. Sus principales demonios son los Guardianes de Secretos, los Corceles y los Diablos de Slaanesh y las Diablillas (al principio, con el pecho derecho al aire, símbolo de su señor, hasta que GW pensó que esto no encajaba con su muy joven público objetivo... claro, claro, porque los cráneos aplastados de Khorne es lo más normal del mundo para un adolescente),
Alguien ha visto demasiado Urotsukidoshi... |
Y vistos un poco ya los cuatro, algo más de material de todos ellos a la vez. Que lo disfruten...
Anónimo Yacon dice:
ResponderEliminarMe ha costado cuatro intentos leerme el texto completo. Cada vez que lo intentaba, iba a buscar alguna referencia en internet, y de ahí a otra, a otra... El caos, vamos.
Creo que tendré que buscar por ahí el codex del caos de nuestra edición, para leer las historias de transfondo que antes leía por encima, pasando a saberme todas las estadísticas del ejército de memoria, y que ahora estoy redescubriendo (por ahora sólo Skaven) desde que el blog está tomando deriva WH.
Por cierto, ¿será casualidad que Khorne esté el primero? Enchufado del jefe
Si, una cierta deriva se está comenzando a notar. Intentaré que no se pierda el resto pero que la parte WH sea adecuada.
ResponderEliminarEn su momento sí, de no haber estado el Caos ocupado por nuestro Munchkin habitual, Khorne habría sido mi elección natural. Ahora... creo que Tzeentch sería más de mi gusto, la verdad.